Friday, April 10
ON GOD’S PATHWAYS
ISAIAH 61:1-10
Train a child in the way he should go,
And when he is old he will not turn from it.
Proverbs 22:6
This past month of December the Church was filled with great joy because of
Christmastime and the smiles and songs of the youngest children, the young
Cubans and Africans, the trophies won by the local baseball teams and later
offered as a sincere tribute to the Lord, and so many other moments of great
inspiration for our spiritual growth.
But the one moment in particular that moved my spirit was when the church
Christmas tree was lit. The brother who for
many years had been in charge of the decorations had become quite ill in those
last days, and even so he did not give up on doing his Ministry.
His name was mentioned in the worship service, and we all wanted to see
him and greet him and congratulate him, but he was seated apart from everyone,
shying away from any heroism. And
knowing that he was feeling very poorly, I could not help the tears in my eyes
when I understood his love and his sense of duty and responsibility toward the
Church.
This brother is 93 years old and the teachings and the Christian love
ingrained by his parents have followed him all the days of his life. Even
today, in his illness, he shows us his faithfulness, his utter trust and his
gratitude to God through his life witness.
Prayer: Lord and Father, give us the Grace to always find brothers full of love
and humility, willing to be sacrificial, in our walk. In your Name we pray. Amen.
EN LOS CAMINOS DE DIOS
ISAÍAS 61:1-10
Enseña al niño a seguir
fielmente su camino,
y aunque llegue a anciano
no se apartará de él.
Proverbios 22:6
En el pasado mes de diciembre la Iglesia se llenó
de alegría con el tiempo navideño, la sonrisa y el canto de los más pequeños,
de los jóvenes cubanos y africanos, la entrega de los trofeos por los niños de
los equipos de béisbol del barrio como tributo sincero al Señor, y tantos otros
momentos fueron de gran inspiración para nuestro crecimiento espiritual.
Pero un momento en especial
conmovió mi espíritu, fue cuando encendieron el árbol de Navidad en el Templo,
el hermano que durante muchos años se ha ocupado de la decoración, en esos
últimos días había estado bastante enfermo, aun así él no dejó de hacer su
Ministerio.
Su nombre fue mencionado en
el Culto, todos queríamos verlo, saludarlo, felicitarlo, más él estaba sentado
apartado, huyendo del protagonismo y yo conociendo que se sentía muy mal no
pude evitar lágrimas en mis ojos al comprender su amor y su responsabilidad
para con la Iglesia.
Este hermano tiene 93 años
y la enseñanza y el amor cristiano inculcado por sus padres, le han acompañado
todos los días de su vida, aún hoy, enfermo, nos demuestra con su testimonio de
vida su fidelidad, su plena confianza y su gratitud a Dios.
Oración: Señor
y Padre, danos la Gracia de encontrar siempre en nuestro camino a hermanos
llenos de amor y humildad, dispuestos al sacrificio. En tu Nombre oramos. Amén.
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