Friday, April 24, 2015

Friday, April 24 FAREWELL FROM A GENIUS ECCLESIASTES 12:1-14

Friday, April 24
FAREWELL FROM A GENIUS
ECCLESIASTES 12:1-14
Lord, teach us to number our days aright, that we may gain a heart of wisdom.
Psalm 90:12


Gabriel García Márquez passed away a little over a year ago. One of his best known texts has served as a farewell from this great literary genius: 

“If for a single moment God were to forget that I am but a marionette made of rags and were to give me a slice of life, I would make the most of that time.  I might not say everything I thought, but I would definitely think everything I said.  I would assign value to things, not according to what they are worth, but according to their significance.  I would sleep little and dream more:  I understand that for every minute that we close our eyes, we lose sixty seconds of light.  I would walk when others come to a halt, I would awaken when others are sleeping. If God granted me a slice of life, I would dress simply, I would fall flat on my face in the sunshine, leaving uncovered not only my body, but also my soul.  I would prove to men how mistaken they are to think that they stop falling in love when they get old, without realizing that they become old when they stop falling in love.  I would give wings to a boy, but I would allow him to learn to fly on his own. I would teach the elderly that death comes not with old age, but rather with forgetting. 

I have learned so many things from you; from men…I have learned that everyone wants to live on top of the mountain, without knowing that true happiness comes from the manner of its steep ascent. I have learned that when a newborn grabs hold of his father’s finger with his tiny fist for the first time, he has caught hold of him forever. I have learned that a man only has the right to look down upon another when he needs to help him to get up. There are so many things that I have been able to learn from you, but it really will not be of much use, because when they put me away inside that suitcase, I will unhappily be dying.

Always say what you feel and do what you think. If I knew today that it was going to be the last time I would see you sleeping, I would embrace you strongly and pray to the Lord to be able to be the guardian of your soul.  Nobody will remember you for your secret thoughts.  Ask the Lord for the strength and wisdom to express them. Show your friends and your loved ones how important they are to you…”



Prayer: Lord, may our daily prayer be these verses from Psalm 90.


SE DESPIDE UN GENIO
ECLESIASTÉS  12:1-14
Señor, enséñanos a contar bien nuestros días,
 para que nuestra mente  alcance sabiduría.
Salmo 90:12
Hace poco más de un año falleció Gabriel García Márquez. Uno de sus textos más conocidos ha servido como despedida de este gran genio de las letras: “Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera. Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo,  me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que  un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo. Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos Demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan…”

Oración: Señor, que nuestra oración diaria sean estos versos del salmo 90.


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