Monday, November 2
IF YOU
BELIEVE, YOU WILL SEE GOD’S GLORY
John 11:28-44
“For if we
have been united with him in a death like his, we will certainly also be united
with him in a resurrection like his.”
Romans 6:5
This is the day on which we Christians
affectionately remember the many loved ones who have gone before us and who are
now enjoying the presence of the Lord. In accordance with the words of the Patmos
visionary, we can affirm: "Blessed are those from now on who die in the
Lord.”
We all know
people who suffer in the extreme when someone in the family dies. Oftentimes some
of them have been praying for God to heal their loved ones when something fatal
occurs and they die, and then they hold it against God, thinking that He has
failed them and has not kept His promises to heal and restore health. And if
this is the case, they then find themselves in a state of resentment which
generally ends in the abandonment of their faith.
For Mary, Lazarus’s sister, Jesus’s delay in
responding to her call when her brother was sick was what had allowed Lazarus
to die. But Jesus tells her that there is a new kairós where the kingdom of God breaks in and even
death, the ultimate enemy, is powerless over humankind.
Today we can live trusting that our faith in the
Lord assures us a place beside Him, in his eternal glory. Today we can
encourage others to live with that hope.
Life in God is eternal life, even if death takes us by surprise. It is abundant life, to be enjoyed even in
the midst of loss.
Prayer: We remember
those faithful servants who have died in the Lord.
SI CREES, VERÁS LA GLORIA DE DIOS
Juan 11:28-44
“Si nos hemos unidos a Cristo en su muerte,
así también nos uniremos a él en su resurrección”
Romanos 6:5
En este día los cristianos recordamos con afecto a tantos seres queridos
que nos han precedido en el camino y hoy gozan de la presencia del Señor,
conforme a las palabras del vidente de Patmos podemos afirmar: "Bienaventurados
de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor".
Todos conocemos de personas que se afligen en extremo ante la muerte de
sus familiares. Muchas veces algunos de ellos que han estado en oración
intercediendo a Dios por sanidad para sus seres queridos cuando ocurre un
desenlace fatal y fallecen, entonces la emprenden contra Dios al creer que les
ha fallado y no ha cumplido sus promesas de sanar y restaurar. Y si esto es
así, se ven entonces en una situación de rencor que por lo general culmina en
un abandono de la fe.
Para María, hermana de Lázaro, la demora de Jesús en responder a su llamada
cuando su hermano estaba enfermo era lo que había permitido que Lázaro hubiera
muerto. Pero Jesús le anuncia que hay un nuevo kairós donde el reino de
Dios irrumpe y aún la muerte, ese enemigo postrero, no tiene poder sobre el
género humano.
Hoy debemos vivir confiados en que nuestra fe en el Señor nos asegura un
lugar junto Él, en su eterna gloria. Hoy podemos asegurarles a otros que vivan
con esa esperanza. La vida en Dios es vida eterna, aunque la muerte nos
sorprenda, es vida abundante, para disfrutarla aún en medio dela pérdida.
Oración:
Recordamos aquellos siervos y siervas fieles que han muerto en el Señor.
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