Sunday, November 29, 2015

Sunday, November 29 First Sunday of Advent GOD’S JUSTICE Jeremiah 33:14-16

Sunday, November 29
First Sunday of Advent

GOD’S JUSTICE
Jeremiah 33:14-16

“Jerusalem, there comes a day for the building of your walls!
In that day the boundary will be far extended. ”

Micah 7:11

Advent is opened with the prophetic announcement of Micah. He will be a shoot from David. The trunk of Jesse cannot wither. He will establish justice and the law in the world. It’s seen that in Jeremiah’s time neither justice nor law prospered. David’s shoot will bring justice; he himself will be justice, that of God, and in his footsteps he will leave everything justified.

And one asks: and what of this prophet? Can one know if justice and law have flourished sometime in the land? At what time? In what city? Is it that the Messiah still hasn’t come? Those verses were written at the beginning of the sixth century B.C., more than two thousand years ago. Has God not kept his promise?

Seek your answer in faith. Not only did the Messiah-God-justice come, but he dwelled with us. But his presence is dynamic, with eschatological tension. He came, but is yet to come. He is, but not everywhere. He acts, but he uses us. He doesn’t spread fruits; he spreads seeds. He grows in the manner of ferment, yet lets the tares grow as well. For all of this it’s appropriate to celebrate Advent.

Prayer:  Our God and Father, concede us your grace while we await the coming of your Son, renewed in righteousness, who will impose righteousness and law on earth.  

Translated by John Walter

Primer domingo de Adviento

LA JUSTICIA DE DIOS
Jeremías 33:14-16

“Jerusalén, viene el día en que tus murallas serán reconstruidas,
y en ese día se extenderán tus límites”

Miqueas 7:11

Se abre el Adviento con el anuncio profético del Mesías. Será un vástago de David. El tronco de Jesé no puede secarse. Establecerá en la tierra la justicia y el derecho. Se ve que en tiempos de Jeremías tampoco prosperaban la justicia y el derecho. El vástago de David hará justicia, él mismo será justicia, la de Dios, y a su paso todo lo dejará justificado.

Y uno pregunta: ¿Qué hay de esta profecía? ¿Se puede saber si la justicia y el derecho han florecido alguna vez en la tierra? ¿En qué tiempo? ¿En qué ciudad? ¿Es que aún no ha venido el Mesías? Estos versos se escriben a principios del siglo VI a.C., hace más de 2.500 años. ¿Es que Dios no cumple su promesa?

Busca en la fe tu respuesta. El Mesías-Dios-justicia no sólo vino, sino que se quedó con nosotros. Pero su presencia es dinámica y con tensión escatológica. Vino, pero aún tiene que venir. Está, pero no del todo. Actúa, pero se vale de nosotros. No reparte frutos, sino semillas. Crece a la manera del fermento, pero deja crecer también a la cizaña. Por todo ello conviene celebrar el Adviento.


Oración: Dios y Padre nuestro, concédenos tu gracia mientras esperamos la venida de tu Hijo, renuevo de justicia, que impondrá la justicia y el derecho en la tierra.


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