Saturday, February 17
NAVIGATING WITH THE STRENGTH OF THE
WAVES
JOHN 16:16-24
“Up to now, you have asked nothing in my
name.
Ask and you will receive, so that your
joy will be complete.”
John 16:24 CEB
What
a great deal! I can ask and I will
receive what I asked for? This is something that anyone would like to
hear. But is it this easy? What does the Scripture passage tell us?
I
interpret that the passage refers to asking with faith. Not having doubts. Being constant in feelings, thoughts, words,
and actions. It is not waiting for magic
solutions but asking and letting God intervene through us. It is applying ourselves, praying, and
working.
Someone
very close to me told me that the life of a Christian is like a person who
wants to go from one shore of the lake to the other. Without hesitation, he gets into a boat and
uses two oars which go together: prayer
and work. On the other hand, if he
expected to get to the other shore only by praying, leaving it up to God alone
without offering himself as an instrument, or only by working, without entrusting himself to God, relying only on
human strength, he will end up like someone who pushes water with one oar,
going around in circles. We have to want
to arrive at the other side of the lake.
We have to row, asking God for guidance and also giving all of our
strength. And we have to row constantly. But, have you thought that it is likely that
we will arrive at a different shore than the one we imagined? The strength of
the waves can surprise us. Have you
heard that God can respond in a mysterious way?
And when that happens, do we accept it or get angry about it?
Prayer: We ask you, Lord, that we might be capable of
rejoicing and thanking you every day for your blessings, and that when we get
something different or surprising, you will give us the knowledge to understand
what you want to tell us. In the name of Jesus, Amen.
Translation by Deborah McEachran
NAVEGANDO CON LAS
FUERZAS DE LAS OLAS
JUAN 16:16-24
Jesús dijo: “Hasta
ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis , para que vuestro
gozo sea completo”
Juan 16:24
¡Qué gran oferta! ¿Puedo pedir y
eso es igual a recibir? Algo que cualquiera desearía escuchar. Pero ¿es así de
simple? ¿De qué nos hablará el texto bíblico?
Interpreto que se refiere a pedir
con fe. No tener dudas. Ser constantes en sentimientos, pensamientos, palabras
y obras. No es esperar soluciones
mágicas sino pedir y dejar que Dios intervenga a través nuestro. Es más
o menos como poner manos a la obra, orar y obrar.
Alguien muy querido me dijo que
la vida de un cristiano es como la de una persona que para ir de una orilla a
otra del lago, sin dudar sube al bote y
usa dos remos con los cuales ir parejo: el orar y el obrar. En cambio, si se
espera llegar a la otra orilla solamente orando, dejando a Dios solo sin
ofrecerse uno mismo como instrumento, o solamente obrando sin encomendarse a
Dios, apostando sólo a la fuerza humana, se termina como quien empuja el agua
de un solo lado: dando vueltas en círculos. Hay que querer llegar a la otra
orilla. Hay que remar pidiendo a Dios su guía y aportando toda nuestra fuerza.
Y hay que remar con constancia. Pero ¿te has puesto a pensar que es probable
que lleguemos a una orilla diferente de la que imaginamos? La fuerza de las
olas nos puede dar sorpresas. ¿Alguna vez escuchó que Dios puede responder de
manera misteriosa? Y en ese caso ¿lo aceptamos o nos enfurecemos?
Oración: Te pedimos Señor, que
seamos capaces de alegrarnos y agradecerte todos los días por tus bendiciones,
y que cuando obtengamos algo distinto o inesperado, nos des la sabiduría para
entender lo que nos quieres decir. En el nombre de Jesús, amén.
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