Wednesday, February 21, 2018

Wednesday, February 21 WHAT’S THAT IN YOUR HAND? Exodus 4: 1-4


Wednesday, February 21

WHAT’S THAT IN YOUR HAND?
EXODUS 4: 1-4

The Lord said to him, “What’s that in your hand?”
Exodus 4:2 CEB

This is the question God directed to Moses after a long dialogue explaining to him that he had chosen him as a leader to free his people who were in slavery in Egypt.  God made requests of Moses, but he offered excuse after excuse, although he responded quickly to his call from the burning bush.  Now he recoils and feels incapable.  This man who had confronted the Egyptians to defend two countrymen, had lived 40 years in the hostile desert with its inclement weather and was experiencing family suffering, now trembles with fear when faced with the task God asks him to undertake.  God loses patience with him and shakes him up with the question, “What’s that in your hand?”  And what did Moses have in his hand?  A stick, a branch cut from a tree, a rustic stick, dirty and worm-eaten from daily use. 

Many years have passed since this event, but today God continues to ask each one of us, “What’s that in your hand?”  We are not here by cosmic randomness.  We have been created for a purpose, with a mission to complete:  we are collaborators with God in this world.  God has equipped us with gifts:  singing, playing musical instruments, preaching, service, evangelism, and teaching.  It doesn’t matter how old we are.  At times we think, “This task is for young people,” but we remember that for God there are neither young nor old.

We remember that in the hands of God the fragile thing, whether it be a stick, horns, fish and bread, mud and saliva, water from a river or in a jar, can be used for marvelous acts, being converted into powerful weapons for salvation.

Prayer:  Beloved God, help us to discover the gifts and instruments that you put in our hands to respond to your call.  Take from our lips all excuses or justifications to not collaborate with your work.  Amen. 

Translation by Deborah McEachran

¿QUÉ TIENES EN LA MANO?
Éxodo 4: 1-4

-¿Qué eso que tienes en tu mano– le preguntó Yavé
Éxodo 4:2

Esta es la pregunta que Dios dirige a Moisés después de un prolongado diálogo explicándole que lo había escogido como líder y para liberar a su pueblo de la servidumbre egipcia. Dios le hace peticiones, pero él ofrece una disculpa tras otra, a pesar de haber respondido con prontitud a su llamado en la zarza ardiente. Ahora se retracta y se siente incapaz. Aquel hombre que se había enfrentado a los egipcios para defender a dos compatriotas, que llevaba cuarenta años en un hostil desierto soportando las inclemencias de la naturaleza, en medio de sufrimientos familiares; tiembla de miedo ante la tarea que Dios le pide. Dios llega al límite y lo estremece con la pregunta ¿Qué tienes en la mano? Y ¿Qué tenía Moisés en la mano? Una vara, un gajo cortado de un árbol, una rústica vara, ya sucia y carcomida por el uso diario. 

Han pasado muchos años de aquel episodio, pero hoy nos sigue preguntando Dios a cada uno de nosotros ¿Qué tienes en la mano?  No estamos aquí por un azar cósmico. Hemos sido creados con un propósito, con  una misión que cumplir: somos colaboradores de Dios en este mundo. Dios nos ha equipado con dones: el canto, la música, la predicación, el servicio, la evangelización, la enseñanza. No importa la edad. A veces pensamos “Esa tarea es para jóvenes”, pero recordemos que para Dios no hay joven, ni viejo.

Recordemos que en las manos de Dios lo frágil, sea una vara, unos cuernos, unos peces y panes, el lodo y la saliva, el agua de un río o en una tinaja, pueden hacer maravillas, se convierten en armas poderosas de salvación.

Oración: Dios amado, ayúdanos a descubrir los dones e instrumentos que pones en nuestras manos para responder a tu llamado. Quita de nuestros labios toda excusa o justificación para no colaborar en tu obra. Amén.


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