Tuesday, February 20
THE BEST AND THE WORST
JAMES 3: 5-10
With
the tongue we both bless the Lord and Father
and
curse human beings made in God’s likeness.
James 3:9 CEB
There is a story about
two travelers who arrived at a restaurant in town. The first asked that he be served the best
dish, the most exquisite dish that they had.
They brought him a plate of tongue.
The other traveler asked that they bring him the worst dish, the worst
dish that they were able to make. He too got a serving of tongue.
The travelers
exclaimed with surprise: “You served the same food as the best and the
worst!” The waiter explained to them: “There
is nothing incongruent at all! The
tongue is the best and the worst. With the tongue we bless the Father and with
the tongue we curse human beings. We say
good things and bad things.”
This story makes me
think of how many times, when I should have been quiet, have I used my tongue
to curse, offend, harass, or abuse other people? God asks us to keep our hearts clean of
bitterness, envy, rivalry and falsehoods because out of the abundance of the
heart comes life, our mouth speaks.
Prayer: Help us, Father, so that love will prevail in
our hearts and blessings for you and for our neighbor will always come out of
our mouths. Amen.
Translation by Deborah McEachran
lo mejor y lo peor
Santiago 3:5-10
Con la lengua bendecimos al Dios Padre, y con ella
maldecimos a los seres humanos que han sido creados a imagen de Dios.
Santiago 3:9
Cuenta
una anécdota que dos viajeros llegaron a un restaurante del pueblo. El primero
pidió que le sirvieran el plato mejor, el más exquisito que tuvieran. Le
trajeron un plato de lengua. El otro viajero pidió que le trajeran el plato más
malo, el peor de que dispusieran e igualmente le sirvieron una ración de
lengua.
Los
viajeros exclamaron con asombro: ¡Ustedes sirven la misma comida como la mejor
y la peor!
El
sirviente les explicó: No hay ninguna incongruencia. La lengua es lo mejor y lo
peor. Con ella bendecimos al Padre y con ella maldecimos a los seres humanos.
Hablamos cosas buenas y decimos cosas malas.
Esta
historia me hace pensar en cuentas veces, pudiendo haberme callado, use mi
lengua para maldecir, para ofender, para hostigar, o para abusar de otras
personas. Dios nos pide que mantengamos limpios nuestros corazones de
amarguras, envidias, rivalidades y falsedades porque de la abundancia del
corazón mana la vida, habla nuestra boca.
Oración: Ayúdanos, Padre, para que el amor prevalezca en nuestros
corazones y que siempre salgan de nuestra boca, bendiciones para ti y para
nuestro prójimo. Amén.
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