Thursday, May 23, 2019

Thursday, May 23 SMILE! PSALM 27:1-3


Thursday, May 23
SMILE!
PSALM 27:1-3

The Lord is my light and my salvation.  Should I fear anyone?
Psalm 27:1a (CEB)

For some time, I have been observing a neighbor on my block.  Her smile has been erased from her face.  She used to be a smiling person whose happiness was contagious, a person who always had a smile for everyone no matter the circumstances. She was a person who encouraged others, who supported others and especially looked out for their interests.  Nevertheless, something happened.   Something must have happened in her life that caused her to lose that smile that had been unique and that more than one had envied in a healthy way.

We all go through those times in which the last thing we want to do is smile, those moments in which we feel that nothing will satisfy us, times when even though we want to smile, it does not appear.  In these moments I am sure that God wants to again see this smile on our faces, and it is precisely there where we get attached to this state of being:  we don’t talk to anyone, we stop praying.  It is as if sadness takes us by assault, and under the weight of it we want to get rid of this feeling, but we can’t.

In these moments there are always people who want to help us, but we separate ourselves from them.  Nevertheless, God wants to draw a beautiful smile on our face. God wants us to know that no matter what the circumstances, God has always been at our side.  And although things might not come out the way you hoped, this means that God’s plans are better than the ones you had. Smile because you are valuable, smile because God chose you, smile because in your most difficult moments God has held onto your hand, smile because God has not forgotten you, smile with the assurance that God is working in your favor.

Prayer; Thank you Jesus, for your promise to be with us all our days until the end.  In your name we pray, Amen.

Translation by Deborah McEachran

¡SONRÍE!
SALMO 27:1-3

Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Salmo 27:1

Desde hace algún tiempo vengo observando a una vecina de mi cuadra. Su sonrisa se le ha borrado del rostro. Era una persona sonriente, que contagiaba alegría, una persona que siempre tenía una sonrisa para todos a pesar de cualquier circunstancia que estaba pasando. Una persona que animaba a los demás, que apoyaba y, sobre todo, que velaba por el interés de los demás. Sin embargo, algo pasó. Algún suceso en su vida tuvo que pasar para que de pronto fuera perdiendo aquella sonrisa que la hacía ser única y que más de uno envidiábamos de sana manera.

Y es que todos pasamos por esos momentos en los que lo menos que queremos hacer es sonreír, esos momentos en los cuales sentimos que nada nos satisface, en los que por más que queramos esa sonrisa anhelada no aparece. En esos momentos estoy seguro de que es en los que más Dios desea ver nuevamente esa sonrisa en nuestros rostros; y es precisamente ahí donde más nos apegamos a ese estado de ánimo: no hablamos con nadie, dejamos de orar. Es como si la tristeza nos tomara por asalto, y a pesar de querer renunciar a este sentimiento que nos ata, no podemos. En estos momentos siempre hay personas que nos quieren ayudar, pero nos alejamos de ellas. Sin embargo, Dios quiere dibujar una hermosa sonrisa en nuestro rostro, quiere que sepamos que no importan las circunstancias, Él siempre ha estado a nuestro lado. Y aunque las cosas no salieron como esperabas, eso significa que sus planes son mejores que los que tú tenías. Sonríe porque vales, sonríe porque Él te escogió, sonríe porque en tus momentos más duros su mano te ha sostenido, sonríe porque Él no se ha olvidado de ti, sonríe con la seguridad de que Dios está actuando en tu favor.

Oración: Gracias Jesús, por tu promesa de estar con nosotros todos los días hasta el fin. En tu nombre oramos, Amén.

No comments:

Post a Comment