Saturday, May 11, 2019

Saturday, May 11 STEADFAST IN FREEDOM GALATIANS 5:1-15


Saturday, May 11
STEADFAST IN FREEDOM
GALATIANS 5:1-15

It is for freedom that Christ has set us free.
Stand firm, then, and do not let yourselves be burdened
by a yoke of slavery again (NIV)Galatians 5:1

To be free in Christ is a great challenge that we should assume with dignity and maturity. I particularly remember in my student days how, for being Presbyterian and Reformed, broad debates with Christian youth of other denominations were established that affirmed that I, and those of my church, were too liberal to be saints.   

At that time my four reasons were clear and simple, as they still are today: We do not claim to pretend to be what we are not (we are the same young people both inside and outside the church); we follow Christ out of love, and not out of fear of going to hell; we believe in the sanctification of life, and not in holiness as a finality, much less in sanctimony. And for these four reasons, I told them, we live in absolute freedom because we are called to freedom and where the Spirit of God dwells there is freedom. My reasons were refuted by volleys of biblical texts and theological arguments that were aimed at plunging me into a deep sense of guilt.

Nevertheless, despite having learned a great deal from them I never lost the north of my celestial, biblical and theological identity. Today I continue serving God at my church. I have learned that many of those zealous guardians of “sound doctrine” no longer participate in a church today. I pray for them to return to the fold and learn to live their freedom in Christ.

Prayer: Gracious God, allow me to recognize the nature of your way, straight and wise. Thank you for the freedom you give me to follow you. Amen.  

Translation by John Walter


Firmes en la libertad
Gálatas 5:1-15

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres
y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Gálatas 5:1

Ser libres en Cristo es un gran reto que debemos asumir con dignidad y madurez. En particular recuerdo en mi etapa de estudiante cómo por ser presbiteriano y reformado entablaba amplios debates con jóvenes cristianos de otras denominaciones que afirmaban que yo, y los de mi Iglesia, éramos demasiado liberales para ser santos. Mis cuatro argumentos eran claros y sencillos en aquel momento y también los son hoy: no pretendemos aparentar lo que no somos (somos los mismos jóvenes dentro y fuera de la Iglesia); seguimos a Cristo por amor y no por miedo a ir al infierno; creemos en la santificación de la vida y no en la santidad como un hecho terminado, mucho menos en la santurronería. Y estas cuatro razones, les decía, las vivimos en absoluta libertad porque a libertad hemos sido llamados y donde mora el Espíritu de Dios allí hay libertad. Por supuesto que mis razones eran refutadas con andanadas de textos bíblicos y argumentos teológicos con los que pretendían sumirme en un profundo sentido de culpa.

Sin embargo, a pesar de que aprendí mucho de aquellos, nunca perdí el norte de mi identidad eclesial, bíblica y teológica. Hoy día continúo en mi Iglesia, sirviendo a Dios. He sabido que muchos de aquellos celosos guardianes de la “sana doctrina” hoy ni siquiera militan en una Iglesia. Oro por ellos para que regresen al redil y aprendan a vivir su libertad en Cristo.

Oración: Dios bueno, permíteme reconocer cuál es tu camino, recto y sabio. Gracias por la libertad que me concedes para seguirte. Amén.


No comments:

Post a Comment