Monday, May 13 TO OUR CHILDREN DEUTERONOMY 6:1-9

Monday, May 13

TO OUR CHILDREN

DEUTERONOMY 6:1-9

These commandments that I give you today are to be on your hearts.

Impress them on your children.

Talk about them when you sit at home

and when you walk along the road, when you lie down

 And when you get up.   (NIV)

Deuteronomy 6:6-7

Much is said of the modern methods to awaken and develop children’s minds. Active pedagogy aims to do it while respecting the personality of each one, permitting them to affirm themselves and not imposing adult like ways of thinking and acting.    

It’s certain that between attempting to prematurely treat children as adults, or to put everything at their level, with the risk of later having adult persons with infantile mentality, that there’s a place for a balanced education.  The true educators always practice it, attentive to being available and within reach of the children, but without compromising a firm and just authority. Parental relaxation of authority is probably the gravest danger for our society.   

For believing parents to renounce the authority that God gives them by entrusting them with children is to contradict his Word.  If you love your sons and daughters, don’t you want to place them from their tenderest age under the influence of that Word, asking God to bless them?

We cannot convert our children; their faith should be a personal faith in Jesus Christ, who each one finds for himself; but our mission is to prepare them for such an encounter. Therefore, repeat the words of Scripture to them, trying to explain them; and don’t forget to put into practice his teachings by our own example.  

Prayer: We pray, familial and present God, that we may be responsible in our homes. Amen.

Translation by John Walter

A NUESTROS HIJOS

DEUTERONOMIO 6:1-9

Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa,

y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes

Deuteronomio 6:6-7

Se habla mucho de métodos modernos para despertar y desarrollar la mente de los niños. La pedagogía activa apunta a hacerlo respetando la personalidad de cada uno, permitiéndole afirmarse y no imponiéndoles maneras de pensar y actuar propias de los adultos.

Es cierto que entre tratar prematuramente a los niños como adultos o poner todo a su nivel con el riesgo de tener luego a personas adultas con mentalidad infantil, hay lugar para una equilibrada educación. Los verdaderos educadores siempre la practicaron, estuvieron atentos a ponerse al alcance de los niños, pero sin debilitar una autoridad firme y justa. El actual relajamiento de la autoridad de los padres probablemente es el peligro más grave para nuestra sociedad.

Para los padres creyentes, renunciar a la autoridad que Dios les da al confiarles niños es contradecir su Palabra. Si aman a sus hijos e hijas, ¿no desean colocarlos desde su edad más tierna bajo la influencia de esa Palabra pidiendo a Dios que los bendiga?

No podemos convertir a nuestros hijos; su fe debe ser una fe personal en Jesucristo, a quien cada uno encuentra por sí mismo, pero nuestra misión es prepararlos para tal encuentro. Por eso repitámosles las palabras de la Escritura procurando explicárselas. Y no olvidemos poner en práctica sus enseñanzas a través de nuestro propio comportamiento.

Oración: Oramos Dios familiar y cercano, para que seamos responsables de nuestros hogares. Amén.