Thursday, March
12
Anniversary of the
Church in Iguará
THE LORD
STRENGTHENS
PSALM 27: 1-5
But the Lord stood by me and gave me strength, so that
through me the message might be fully proclaimed, and all the Gentiles might
hear it.
II Timothy 4:17 (NRSV)
There are
times when our forces seem to falter; difficult circumstances overwhelm us and
everything seems so unbearable that sometimes we just want to give up any
effort, abandon the fight, and die. That is not a situation that only we in the
modern world experience; stories that reflect this reality exist in every age.
Think about
the apostle Paul, overwhelmed by Jewish persecution, lack of resources,
abandonment and betrayal by some of his close collaborators; yet he can testify
to Timothy that the Lord helped and gave him strength.
It is a
condition of human life that we are caught up in difficulties of various kinds;
today we are experiencing situations of shortages of food, medicines, transport.
How overwhelmed we are by such circumstances! And what is there to do? If we
can manage to go to Jesus with this burden, confide in him our difficulties and
sorrows and learn to rest in Him, then, along with so many believers of every
time, we will recognize that the Lord strengthens, and our mouths will be able
to proclaim praise.
Prayer: Lord, we turn to you in search of strength. May we do as the
prophet Nahum and still declare that you are strength on the day of anguish. Amen.
Translation by John Potter
Marzo 12, jueves
Aniversario de la Iglesia en Iguará
EL SEÑOR FORTALECE
SALMO 27: 1-5
“Pero el Señor sí me ayudó y me dio fuerzas, de modo
que pude llevar a cabo la predicación del mensaje de salvación y hacer que lo
oyeran todos”
II Tim.4:17
Hay
momentos en que nuestras fuerzas parecen flaquear, difíciles circunstancias nos
agobian y todo parece ser tan abrumador que en ocasiones solo deseamos
renunciar a cualquier esfuerzo, abandonar la lucha, morir. Esto no es solo una
situación que se experimenta en el mundo moderno; en todas las épocas han
existido historias que reflejan esta realidad.
Pensemos
en el apóstol Pablo, abrumado por la persecución judía, por la falta de
recursos, por el abandono y traición de algunos de sus cercanos colaboradores;
aún así puede testimoniar a Timoteo que el Señor le ayudó y le dio fuerzas.
Es
condición de la vida humana el vernos envueltos en dificultades de diversa
índole; hoy atravesamos situaciones de escasez de alimentos, medicinas,
transporte. ¡Cómo nos abruman estas circunstancias! Y ¿qué hacer? Si logramos
ir a Jesús con toda esa carga, confiarle nuestras penas y dolores, y aprender a
descansar en Él, entonces, junto a tantos creyentes de todos los tiempos,
conoceremos que el Señor fortalece, y nuestra boca podrá proclamar alabanzas.
Oración: Señor, acudimos a Ti en busca de fortaleza. Que como
el profeta Naún podamos declarar que eres fortaleza en el día de la angustia. Amén.
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