August 28, Friday
CARRYING THE WEIGHT OF NOT FORGIVING
Lord, how many times should I forgive my brother or sister who sins against me?
Matthew 18:21 (CEB)
One day two monks were walking through the countryside toward another village. They found a woman who was standing in front of a river where a bridge, which had reached the other shore, had fallen and she could not cross to the other side. The monks kindly offered to help her cross and they carried her between the two of them to the other side of the river. She was grateful to them and continued on her way. Later the monks walked a stretch and one of them began to complain: “Look at my clothes, totally wet. And my back hurts so much.” The other monk smiled and continued walking. A little further along, the monk continued to complain: “My back hurts so much.” The other responded: “Your back hurts because you are still carrying the woman. I put her down a while ago.”
This is how many of us are when we carry on our backs for a long time, sometimes years, the weight of not forgiving another. Without realizing that we are doing it, we are not lifting the weight that oppresses us and we don’t walk our path lightly.
Choose to forgive today, and you will walk much better.
Prayer: Lord, I trust in you. Stay at my side and permit me to have the wisdom to make good decisions to be free of the weight of not knowing to forgive. In the name of your Son Jesus, Amen.
Translated by Deborah McEachran
Agosto 28, viernes
CARGANDO EL PESO DE NO PERDONAR
¿cuántas veces perdonaré a mi hermano
que peque contra mí?
Mateo 18:21
Un día iban caminando dos monjes por el campo hacia otro pueblo. Se encontraron con una mujer que estaba parada frente a un río donde se había caído el puente que unía la otra orilla, y ella no podía cruzar al otro lado. Los monjes se ofrecieron amablemente a ayudarla a cruzar y la cargaron entre los dos hasta el otro lado del río. Ella les agradeció y continuó su camino. Después que los monjes caminaron un tramo, uno de ellos empezó a quejarse: “Mira mi ropa, toda mojada. Y mi espalda me duele mucho”. El otro monje sonrió y siguió caminando. Un poco más adelante, se vuelve a quejar el monje: “Me duele mucho la espalda”. El otro le responde: “Tu espalda te duele porque todavía estás cargando a la mujer. Yo la bajé hace rato.”
Así somos muchos de nosotros cuando llevamos sobre nuestras espaldas durante mucho tiempo, incluso años, el peso de no perdonar, sin darnos cuenta de que al hacerlo, estaremos liberando el peso que nos oprime y no nos deja continuar el camino livianos.
Escoge perdonar hoy, y caminarás mucho mejor.
Oración: Señor, confío en ti. Mantente a mi lado y permíteme tener sabiduría para tomar la buena decisión de quedar libre del peso de no saber perdonar. En el nombre de tu Hijo Jesús. Amén.
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