Saturday, August 22
PROMISES IN THE
FACE OF ADVERSITY
Why should I fear
when evil days come,
when wicked
deceivers surround me? (NIV)
Psalm 49:5
Problems are so numerous that at times we feel that
there’s no escape. But God has promised that:
But you, Lord, are a shield around me, my glory, the One who
lifts my head high.
Psalm 3: 3 (NIV)
The Lord is my rock, my fortress, and my deliverer; my God
is my rock, in whom I take refuge, my shield and the horn of my salvation, my
impregnable height.
Psalm 18: 5 (NIV)
The Lord is my strength and my shield; my heart trusts in
him, and he helps me. My heart leaps for joy, and with my song I praise him.
Psalm 28: 7 (NIV)
You are my refuge and my shield; I have put my hope in your
word.
Psalm 119: 114 (NIV)
He is my loving God and my fortress, my stronghold and my
deliverer, my shield in whom I take refuge, who subdues people under me.
Psalm 144: 2 (NIV)
Prayer: Thank you Lord
for the promises found in your word. Inspire us to read it more frequently, assured
that there we will find wisdom and grace in abundance. Amen.
Translated by John Walter
Agosto 22, sábado
PROMESAS ANTE LA ADVERSIDAD
¿Por qué he de temer en los días de adversidad,
cuando la iniquidad de mis opresores me
rodeare?
Salmo 49:5
A veces los problemas
son tantos que sentimos que no hay escapada. Pero Dios ha prometido que:
Más tú, Oh Señor, eres escudo en derredor mío, mi
gloria, y el que levanta mi cabeza
Salmo 3:3
El Señor es mi roca, mi baluarte y mi libertador; mi
Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi
altura inexpugnable
Salmo 18:2
El Señor es mi fuerza y mi escudo; en Él confía mi
corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias
con mi cántico
Salmo 28:7
Tú eres mi escondedero y mi escudo; en tu palabra
espero
Salmo 119:114
Misericordia mía y fortaleza mía, mi baluarte y mi libertador,
escudo mío en quien me he refugiado, el que sujeta a mi pueblo debajo de mí
Salmo 144:2
Oración: Gracias Señor, por las promesas encontradas en
tu Palabra. Aliéntanos a leerla con más frecuencia, seguros de que allí
encontraremos sabiduría y gracia en abundancia. Amén.
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