Sunday, August 2; A CHARGE

Sunday, August 2

A CHARGE

MATTHEW 14:13-21

“. . . you give them something to eat.”

Matthew 14:16 b (NRSV)

            One of the phrases of the Lord’s Prayer which always stops me in my tracks is the one that says “give us today our daily bread;” it makes me think because the prayer that Jesus taught us does not say “my daily bread.” That means that we have a great responsibility as Christians to share what we have (the bread that symbolically embraces all of our human needs).

            This texts crystalizes a great lesson for those who follow Jesus, because I’m aware that the miracle came about after someone appeared who was able to share with others. And the parable surprises us because it is precisely a child (John 6: 9) who takes this step and gives to the disciples what he received from his family for the sustenance of the day.

            Let us always keep in mind the challenge that the Lord is calling us to be able to share, to be in solidarity. The prayers in which we ask the Lord to satisfy the hunger of the world are very comfortable for the parishioners and their respective churches. But what about our responsibility with the charge to give sustenance to others?

Oración: Lord, let us me capable of sharing all that we have with those around us. Amen.

Translation by John Potter

Agosto 2,  domingo

UN ENCARGO

Mateo 14:13-21

 ˝Denles ustedes de comer˝

Mateo 14:16 b

            Una de las frases del Padrenuestro que siempre me hace pensar mucho es la que dice «el pan nuestro de cada día», porque la oración que Jesús nos enseñó no dice «el pan mío de cada día». Esto significa que tenemos una gran responsabilidad como personas cristianas de compartir lo que tenemos (el pan que simbólicamente es constitutivo de todas las necesidades humanas).

            Este texto constituye una tremenda enseñanza para quienes seguimos a Jesús, porque estoy consciente de que el milagro surgió después que apareció alguien que fuera capaz de compartir con los demás. Y la parábola  nos sorprende, porque es precisamente un niño (Juan 6:1-14) quien da este paso, y  entrega a los discípulos lo que recibió de su familia para el sustento del día.

            Tengamos siempre presente el reto de que el Señor nos emplaza a que seamos capaces de compartir, de ser solidarios. Las oraciones en que le pedimos al Señor que satisfaga el hambre del mundo son muy cómodas para los feligreses y sus respectivas iglesias. ¿Y nuestra responsabilidad con el encargo de dar de comer a los demás?

Oración: Señor, permite que seamos capaces de compartir todo lo que tenemos con las personas que nos rodean. Amén.