Saturday, October 4, 2014

Saturday, October 4 LET US CLOSE UP THE WOUNDS MATTHEW 18:15-22


Saturday, October 4

LET US CLOSE UP THE WOUNDS

 

MATTHEW 18:15-22

“Again, I tell you that if two of you on earth agree about anything you ask for, it will be done for you by my Father in heaven.”

Matthew 18:19

 

There is a general belief that it is very difficult, if not almost impossible, to forget an offense.  The saying:  “I forgive, but I do not forget” expresses this quite well. Some people carry bitterness and resentments to the point where the victims turn into perpetrators. It is true that forgiveness is a process requiring acknowledgement of the error and the commitment to not repeat it, but once we have decided to forgive an offense, we should be honorable and give the other person the opportunity to begin anew.  If we leave behind open wounds, we would be denying ourselves the possibility to rebuild a friendship, to salvage a love relationship, to begin a new stage in a relationship.

 

God is calling us to reconcile ourselves without skipping stages, but with the willingness to look ahead, to forgive and to begin anew.  This is the only way that we will feel the peace that flows from the heart, the peace of reconciliation.

 

Prayer:   Merciful God, help us to acknowledge our responsibility in conflicts, instead of always blaming others.  Grant that we may be capable of forgiving and reconciling ourselves until our wounds and those of others have healed.  Give us the peace of reconciliation and forgiveness. In the name of Jesus, who invited us to always and forever forgive. Amen.

 

 

CERREMOS LAS HERIDAS

 

MATEO 18: 15-22

“Otra vez os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo

en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan,

les será hecho por mi Padre que está en los cielos”

Mateo 18:19

 

Existe una creencia generalizada de que resulta muy difícil, casi imposible piensan algunos, olvidar una ofensa. El refrán: “Perdono, pero no olvido” muy bien lo expresa. Algunas personas cargan rencores y resentimientos a tal punto que de víctimas se convierten en victimarios. Es cierto que el perdón es un proceso que requiere del reconocimiento del error y el compromiso a no repetirlo, pero una vez que hemos decidido perdonar una ofensa, debemos ser cabales y brindarle al otro o a la otra la posibilidad de comenzar una nueva historia. Si dejamos abiertas las heridas, estaríamos negándonos la posibilidad de reconstruir una amistad, salvar un amor, comenzar una nueva etapa en una relación.

Dios nos está haciendo un llamado a reconciliarnos sin saltar etapas, pero con la disposición de mirar hacia adelante, perdonar y comenzar de nuevo. Sólo así sentiremos la paz que brota del corazón, la paz de la reconciliación.

 

Oración: Dios misericordioso, ayúdanos a reconocer nuestra responsabilidad en los conflictos, en vez de estar culpando siempre a los demás. Permite que seamos capaces de perdonar y reconciliarnos hasta que nuestras heridas y la de los demás hayan sanado. Danos la paz de la reconciliación y el perdón. En el nombre de Jesús, que nos invitó a perdonar infinitamente. Amén

 

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