Thursday,
October 16
if we knew how to listen to god
PSALM 95: 8-11
“Today, if you hear his voice, do not harden your hearts...”
Psalm 95: 7-8
If we knew how to listen to God…
If we knew
how to listen to God, we would hear His Voice. Because God speaks to us. He has spoken in his Gospel. And he continues to speak today in our lives,
through this fifth Gospel, which we are writing page by page each day.
Everything
in life would speak to us about Him…
If we knew
how to contemplate life with God’s eyes, everything in life would become a
sign;
we would
run into constant signs of the love of a Creator who begs for the love of his
creatures.
The Father
has placed us in the world. Not in order to live in it with our eyes half-awake,
but rather to go in search of his footprints in things, in events, in
people. Everything should speak to us
about God.
We don’t
need to recite long prayers in order to smile at Christ over the smallest
details of our lives each day.
All of
life would be a prayer…
If we knew
how to listen to God, if we knew how to contemplate life, all of life would
turn into a prayer.
Because
everything in life happens under God’s watchful eye and we should not live a
single moment without offering it up to Him.
Taken from the Book “Prayers to Pray on the Street”
Prayer: Your Word is eternal, oh God. Tune our ears so that we can hear your voice and
perceive it in each slice of life. Grant
that our lives be a constant communication with you!
Si
supiéramos escuchar a Dios
SALMO 95: 8-11
Si oís su voz, «No
endurezcáis vuestro corazón...»
Salmo 95: 8
Si supiéramos escuchar
a Dios…
Si supiéramos escuchar a Dios oiríamos Su Voz. Porque Dios nos habla.
Ha hablado en su Evangelio. Y habla todavía hoy en la vida, este quinto
Evangelio, que página a página vamos
escribiendo nosotros todos los días.
Toda la vida nos hablaría de Él…
Si supiéramos contemplar la vida con los ojos de
Dios, todo en la vida se nos convertiría en signo, nos tropezaríamos con
continuos detalles del amor de un Creador que mendiga el amor de su criatura.
El Padre nos ha puesto en el mundo. Pero no para
vivir en él con los ojos adormilados, sino para ir buscando sus huellas en las
cosas, en los acontecimientos, en la gente. Todo nos debe hablar de Dios.
No se nos exigen largas oraciones para ir
sonriendo a Cristo desde los más pequeños detalles de nuestra vida de cada día
Toda la vida sería una oración…
Si supiéramos escuchar a Dios, si supiéramos
contemplar la vida, toda la vida se nos convertiría en oración
Porque toda la vida se desarrolla bajo la mirada de Dios y no deberíamos vivir
un solo suceso sin ofrecérselo.
Tomado del Libro “Oraciones para rezar por
la calle”
Oración: Tu Palabra es eterna, oh Dios. Afina nuestros oídos para que podamos
escuchar tu voz y percibirte en cada trozo de vida. ¡Que nuestra vida sea una
constante comunicación contigo!
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