Tuesday, October 21, 2014

Tuesday, October 21 WHEREVER YOU SEE MATTHEW 25:31-46


Tuesday, October 21

WHEREVER YOU SEE

 

MATTHEW 25: 31-46

“The King will reply, ‘I tell you the truth, whatever you did for one of the least of these brothers of mine, you did for me.’”

Matthew 25:40

 

wherever you see someone walking alone, perhaps blind, perhaps lost and without a walking cane, draw near to him and walk by his side, give him your light and sing through his mouth.

 

Wherever you see a young man laughing and kissing a young woman beneath the moon, the sun, or in a rainstorm; draw silently near and leave a slice of your own heart beside their lips.

 

Wherever you see a child crying alone or a mother swaying beneath the weight of her children, embrace them with the strength of your arms; give them bread and guard their light.

 

Wherever you see that a whip or a sword is raised, that a prison bolts its doors, that firearms threaten death; draw near to them with an open breast, and lance a tremendous ‘no’ to save the world.

 

Wherever you see that a wall is carefully raised in order to remove the fear from a man’s coldness; draw near and add some bricks heated through the rubbing of your hands.

 

Ángela Figueroa Aymerich

 

Prayer: God of love, we want to love the way that you love us.  Give us sensitivity and strength so that we can welcome, serve and heal the pains of our neighbor.  Grant that our eyes may always see beyond appearances and that we may be able to extend our hands in service to others!  Amen.

 

DONDE VEAS

 

MATEO 25: 31-46

Y el Rey les responderá: “De cierto les digo que

todo lo que hicieron por uno de mis hermanos

más pequeños, por mí lo hicieron”

Mateo 25:40

 

Donde veas que alguien marcha solo, acaso ciego, acaso extraviado y sin cayado; acércate y camina a su costado, dale tu luz y canta por su boca.

Donde veas que un joven ríe y besa a una muchacha bajo la luna, el sol o el aguacero; acércate en silencio y deja un trozo del propio corazón junto a sus labios.

Donde veas que un niño llora a solas, o una madre vacila bajo el peso de los hijos, acude con la fuerza de tus brazos; parte su pan y cuida de su lumbre.

Donde veas que el látigo o la espada se levantan, que la prisión redobla sus cerrojos que los fusiles amenazan muerte; acércate y a pecho descubierto, lanza un tremendo no que salve al mundo.

Donde veas que un muro con trabajo se levanta para quitar al hombre frío su miedo; acércate y coloca unos ladrillos calientes con el roce de tus manos.

 

Ángela Figueroa Aymerich

 

Oración: Dios de amor, queremos amar como tú nos amas. Danos sensibilidad y fortaleza para acoger, servir, y curar los dolores de nuestro prójimo. ¡Que nuestros ojos vean más allá de las apariencias y podamos extender nuestras manos en servicio a los demás! Amén.

 

 

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