Tuesday, October 21
WHEREVER YOU SEE
MATTHEW 25: 31-46
“The King will reply, ‘I tell you the truth, whatever you did for one of
the least of these brothers of mine, you did for me.’”
Matthew 25:40
wherever you see someone walking alone, perhaps
blind, perhaps lost and without a walking cane, draw near to him and walk by
his side, give him your light and sing through his mouth.
Wherever
you see a young man laughing and kissing a young woman beneath the moon, the sun,
or in a rainstorm; draw silently near and leave a slice of your own heart
beside their lips.
Wherever
you see a child crying alone or a mother swaying beneath the weight of her
children, embrace them with the strength of your arms; give them bread and
guard their light.
Wherever
you see that a whip or a sword is raised, that a prison bolts its doors, that firearms
threaten death; draw near to them with an open breast, and lance a tremendous ‘no’
to save the world.
Wherever
you see that a wall is carefully raised in order to remove the fear from a man’s
coldness; draw near and add some bricks heated through the rubbing of your
hands.
Ángela Figueroa Aymerich
Prayer: God of love, we want to love the way that you love us. Give us sensitivity and strength so that we
can welcome, serve and heal the pains of our neighbor. Grant that our eyes may always see beyond
appearances and that we may be able to extend our hands in service to
others! Amen.
DONDE VEAS
MATEO 25: 31-46
Y el Rey les responderá: “De cierto les digo que
todo lo que hicieron por uno de mis hermanos
más pequeños, por mí lo hicieron”
Mateo 25:40
Donde veas que alguien marcha solo, acaso ciego, acaso
extraviado y sin cayado; acércate y camina a su costado, dale tu luz y
canta por su boca.
Donde veas que un joven ríe y besa a una muchacha bajo la luna, el sol o el
aguacero; acércate en silencio y deja un trozo del propio corazón junto a
sus labios.
Donde veas que un niño llora a solas, o una madre vacila bajo el peso de
los hijos, acude con la fuerza de tus brazos; parte su pan y cuida de su
lumbre.
Donde veas que el látigo o la espada se levantan, que la prisión redobla
sus cerrojos que los fusiles amenazan muerte; acércate y a pecho descubierto,
lanza un tremendo no que salve al mundo.
Donde veas que un muro con trabajo se levanta para quitar al hombre frío su
miedo; acércate y coloca unos ladrillos calientes con el roce de tus
manos.
Ángela Figueroa Aymerich
Oración: Dios de amor, queremos amar como tú nos amas. Danos sensibilidad y
fortaleza para acoger, servir, y curar los dolores de nuestro prójimo. ¡Que
nuestros ojos vean más allá de las apariencias y podamos extender nuestras
manos en servicio a los demás! Amén.
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