Sunday, May 3
Bear
Greater Fruits
John
15:1-8
Let us love not by word or speech, but in truth
and action; and
By this we will know that we are from the truth.
1 John
3:18-19a
In the Old
Testament the image of the vine represented the people of Israel. A vine God
planted with love, but instead of sweet grapes it bore bitter and worthless
fruit. This was due to the fact that the people of Israel rejected the
conditions the Lord had established for bearing good fruit, those being: Dwell
in Him and accept pruning.
Jesus
declared himself as “the true vine,” and God as “the vine tender”. We are “the
tendrils” and the grapes grow on the tendrils, but the tendril that bears no
fruit is cut; and that which produces fruit is pruned so that it may produce
more. There is no vine without tendrils; likewise, whosoever separates from the
vine cannot produce fruit. Jesus says, “Separated from me you can do nothing”.
This phrase signifies the failure of all human effort that attempts to impose
itself apart from prayer, the Word, and worship. Finally Jesus says, “If you
reside in me, and my words reside in you, all that you ask will be given you”.
This gives us the security of knowing that if we reside in him we will receive
the necessary sap to maintain life and bear abundant fruit.
Prayer: Lord Jesus, you are the true vine, and I am
the tendril which receives life through you. Help me to abide in you; prune
everything in me that impedes bearing good fruit. Amen.
Translation by John Walter
DAR MÁS
FRUTOS
JUAN 15:1-8
No amemos de palabra ni de lengua, sino
de hecho y en verdad.
Y en esto sabemos que somos de la verdad
1 Juan
3:18-19a
En el Antiguo Testamento la imagen de la vid
representaba al pueblo de Israel, una vid que Dios plantó con amor, pero que en
lugar de dar uvas dulces dio un fruto amargo que no servía para nada. La razón
se debió a que el pueblo de Israel no aceptó las condiciones que el Señor establece
para dar buenos frutos, que son: permanecer en él y aceptar la poda.
Jesús se
declara a sí mismo como “la vid verdadera” y a Dios como “el
labrador”. Nosotros somos “los pámpanos”, las uvas crecen en los
pámpanos, pero el pámpano que no produce fruto se corta, y el que produce fruto
se poda para que produzca más. No hay vid sin pámpanos, de manera que quien se
separa de la vid no puede producir fruto. Jesús dice: “separados de mí
ustedes nada pueden hacer”, esta frase señala el fracaso de todo esfuerzo
humano que intente imponerse alejado de la oración, de la Palabra y de la
adoración. Y Jesús dice finalmente: “Si permanecen en mí, y mis palabras
permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá”, lo
cual nos da la seguridad de que si permanecemos unidos a él recibiremos la
savia necesaria para mantenernos vivos y dar frutos abundantes.
Oración: Señor
Jesús, tú eres la vid verdadera, y yo soy el pámpano que recibe de ti la vida.
Ayúdame a permanecer en ti, poda todo lo que en mí impide dar buenos frutos. Amén.
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