Friday, May 1, 2015

Friday, May 1 International Workers’ Day BY THE SWEAT OF HIS BROW GENESIS 3

Friday, May 1
International Workers’ Day

BY THE SWEAT OF HIS BROW
GEnesis 3  
By the sweat of your brow you will eat your food until you return to the ground, since from it you were taken; for dust you are and to dust you will return.
Genesis 3:19

Today, like all May firsts, is historically dedicated to men and women workers. Many have found in the text cited above an explanation of work as “a punishment from God” for being human; however, this text is better understood in terms of teaching: That total harmony with God can be destroyed as a result of failures like arrogance, disobedience, and trickery…such sins distance us from God’s freely given grace and enmesh us in difficulties until we return to Him. Work, of course, is not a punishment, rather a gift, a right, a possibility for service and self and community growth. Work is exalted as a virtue in both the New and Old Testaments. It was work that enabled Israel to rise as a nation; it was work that returned their dignity after forced exile in Babylonia; and for the Apostles it was work that allowed them to honorably sustain themselves in the early years of the church…and thus there are countless Biblical, as well as historical testimonies affirming work as a gift from God. Today we should live and preach the value of work, given the innumerable situations occurring in our society to strike it from our ethical and practical compass. We pray and aspire that work rightfully occupies its place in the economy and society, in the manner pleasing to God.

Prayer: God of life, may we always work with all our heart, and beneath the sign of justice, love, and peace, to serve you and society.  

Translation by John Walter
Día internacional de los trabajadores

Con el sudor de tu rostro
Génesis 3  
Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado, pues polvo eres,
y al polvo volverás.
Génesis 3:19
Hoy, como todos los días primero de mayo, se resalta el lugar de los trabajadores y las trabajadoras en la historia. En el texto citado muchos han encontrado una explicación al “trabajo como castigo de Dios” por la desobediencia del ser humano. Este texto realmente da cuenta en términos de enseñanza, que la total armonía con Dios puede destruirse a partir de faltas como la arrogancia, la desobediencia, el engaño… Son tales pecados los que nos alejan del sustento gratuito de Dios y nos hacen pasar por difíciles caminos hasta el reencuentro con Él. Pero, por supuesto que el trabajo no es castigo, sino don, derecho, posibilidad de servicio y crecimiento propio y comunitario. El trabajo es exaltado como virtud tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Fue el trabajo lo que permitió a Israel levantarse como una nación, fue el trabajo lo que permitió reconstruir la dignidad después del forzado exilio a Babilonia, fue el trabajo lo que permitió ganarse honradamente su sustento a los apóstoles en los primeros tiempos de la Iglesia… y así hay un sinnúmero de testimonios bíblicos y de la historia, que afirman la laboriosidad como un don de Dios.  Hoy día debemos vivir y predicar el valor del trabajo, pues un sinnúmero de situaciones se abren para desalojarlo del horizonte ético y práctico de nuestra sociedad. Oremos y obremos para que el trabajo ocupe dignamente su lugar en la economía y la sociedad, tal y como Dios lo quiere.

Oración: Dios de la vida, que podamos trabajar siempre en tu obra y en la sociedad, de todo corazón y bajo el signo de la justicia, el amor y la paz. Amén.



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