Friday, May 29
FOR MONEY DOES NOT ENDURE
ACTS 8: 14-22
Then hearing this he was saddened, because
he was very rich
Luke 8: 23
María Luisa Léper, owner of a gambling house, a drug trafficker
and dealer in the white trade, died not long ago in Luxembourg. Upon dying she
left her immense fortune divided in equal parts to the Catholic Church,
Protestant churches, Muslim mosques, Buddhist pagodas, and spiritualist centers.
Her objective was to assure herself a welcome into whichever kingdom of heaven or hell
she may find herself.
Upon hearing this news we couldn't help but think of Simon, the
citizen of Samaria who spared no expense to be able to distribute the power of
the Holy Spirit to others. We cannot deny that Simon the Sorcerer subsequently
decided to follow Jesus, or at least showed the signs of a believer, which of
course does not mean that he was.
Those who have no money always aspire to having it, thinking it
the answer to their problems. Simon the Sorcerer, a con artist, was a good businessman
and ran after money. But what ultimately became of him?
Today there’s a contemporary Simon: it’s he who associates with
the church in order to be able to bring his laundry, his problems, and is always
willing to give in order to resolve his issues. Today the Apostle’s phrase “May your money perish with you” continues
to demand our attention.
Prayer: God, Lord of all
creation, help us to first seek your kingdom. Amen.
Translation by
John Walter
POR DINERO QUE NO QUEDE
HECHOS 8:14-22
Entonces él oyendo esto, se puso triste, porque
era muy rico
Lucas 18:23
En Luxemburgo murió hace
un tiempo la Sra. María Luisa Léper, dueña de una casa de juegos, traficante de
drogas, y comprometida en la trata de blancas. Al morir dejó su inmensa fortuna
repartida en partes iguales entre; Iglesia Católica, Templos Protestantes,
Mezquitas Musulmanas, Pagodas Budistas y Centros Espirituales. Su propósito era
asegurarse una buena acogida en cualquier reino de los cielos o del
infierno.
Claro, que al oír esta noticia no pudimos olvidar
a Simón, el ciudadano de Samaria, que no escatimó dinero para poder distribuir
el poder del Espíritu Santo entre los demás. No podemos negar que Simón el
Mago, posteriormente decidió seguir a Jesús, por lo menos se manifiesta
creyente, lo cual no quiere decir que lo fuera.
Siempre el ser humano que no tiene dinero aspira a
tenerlo, pensando que con éste lo resuelve todo. Simón, mago embaucador era un
buen negociante y corría detrás del dinero. ¿Y al final qué?
Hoy en día existe también el Simón contemporáneo.
Es aquel que se asocia con la Iglesia para poder llevar su ropaje; sus
problemas y siempre está dispuesto a dar para “resolver”. Hoy también tiene
exigencia la frase del Apóstol: “Tu dinero perezca contigo”.
Oración: Dios, Señor de todo lo creado, ayúdanos a buscar
primero tu Reino.
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