Friday, February 12
THE INNER BEING
ROMANS 5:1-5
“Guard your heart, for it is the wellspring of
life.”
Proverbs 4:23
In our way of thinking, the heart represents emotions, whereas the head evokes
intelligence and reflection. The inner self of a human being and his body are
not in opposition, but rather in harmony.
Occurrences, contacts with other people and even their actions, have an
impact upon our hearts. In turn, our thoughts and decisions are expressed
through prayer.
It is within our hearts that our thoughts and plans are elaborated, and
where the decisions are made which commit our responsibility. This is the
center of our being, the essential in contrast to an outside appearance.
Upon receiving the Holy Spirit in our hearts, the believer receives God’s
love. And this love affects our
relationships with others, who can see the peace and the joy of life received
from God.
How can we guard our hearts, the center and wellspring of life? By fleeing
from evil, by working towards good, turning towards our Lord Jesus. Let us be truthful, simple, humble, and
always conscious of divine love.
Prayer: Help us,
Lord, to guard our hearts from bad actions, fleeing always from evil and doing
good. Amen.
EL SER INTERIOR
ROMANOS 5:1-5
“Guarda tu corazón; porque
de él mana la vida”
Proverbios 4:23
En nuestra
manera de pensar, el corazón representa los afectos, mientras que la cabeza
evoca más bien la inteligencia, la reflexión. El ser interior del ser humano y
su cuerpo no se oponen, sino que están
en armonía. Los acontecimientos, los contactos con las demás personas e incluso
sus acciones, tienen un impacto en nuestro corazón. A su vez nuestros
pensamientos y decisiones se exteriorizan por medio de la oración.
Es en nuestro corazón donde se elaboran los
pensamientos, los proyectos, y se toman las decisiones que comprometen nuestra
responsabilidad. Es el centro de nuestra persona, lo esencial en contraste con
la apariencia.
Al recibir el Espíritu Santo en su corazón, el
creyente recibe el amor de Dios. Y este amor repercute sobre sus relaciones con
los demás, los cuales pueden ver la paz y la alegría de la vida que él recibió
de Dios.
¿Cómo podemos guardar nuestro corazón, centro y
fuente de la vida? Huyendo del mal, ocupándonos del bien, vueltos hacia nuestro Señor Jesús.
Seamos verdaderos, simples, humildes, siempre conscientes del amor divino.
Oración: Ayúdanos Señor, a guardar nuestro corazón de las
malas acciones, huyendo siempre del mal y haciendo el bien. Amén.
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