Friday, February 26
Celebration
of the Dependent Church in Paraíso Obrero
GOD’S
RIVER IS FULL OF WATER
1 JOHN 4:7-21
“Whoever
is thirsty, let him come; and whoever wishes, let him take the free gift of the
water of life.”
Revelation 22:17
One morning, I was walking along the edge of a
river in the countryside where I have often gone since my childhood. Watching the running water and listening to
the pleasant sound it made, I suddenly realized that the water in that river
had never stopped flowing, neither during the day nor at night, since time
immemorial. And then I remembered the
passage in Psalm 65:9 “The streams of God
are filled with water…”
Such is God’s grace. It tirelessly waters our lives with its
inexhaustible love. The river of God
never dries up, because God will never stop loving us!
The water level of a river increases or
diminishes according to the absence or abundance of rainfall, but God will
always remain faithful; his love never changes.
Therefore, regardless of who we are, independent of our pasts, if we are
burdened or thirsty, we can drink from the river of God by believing in his
love and personally receiving it.
In order that our lives do not dry up, we need
to drink from the water of God’s river.
Let us reflect upon this and procure that inexhaustible water today and
always.
Prayer: Thank you for your eternal river that never dries up. We pray that we will always thirst to drink
from it. Amen.
Celebración de la Iglesia dependiente en Paraíso Obrero
EL RÍO DE DIOS ESTÁ LLENO DE AGUA
1 JUAN 4:7-21
“Y el que tiene sed, venga ; y el que quiera,
toma del agua de la vida gratuitamente”
Apocalipsis 22:17
Una
mañana paseaba al borde de un río situado en el campo a donde yo iba a menudo
desde mi infancia. Viendo correr el agua y escuchando el agradable ruido que
producía, de repente me di cuenta de que el agua de ese río nunca había dejado
de correr, ni de día ni de noche, desde tiempos inmemorables. Entonces recordé
el pasaje del Salmo 65:9 “El río de
Dios, lleno de aguas”
Así
es la gracia de Dios. Ella riega
incansablemente nuestras vidas con su inagotable
amor. ¡El río de Dios nunca se seca, pues
Dios jamás dejará de amarnos!
El
nivel del agua de un río aumenta o disminuye según la ausencia o abundancia de
lluvias, pero Dios siempre permanecerá fiel, su amor nunca cambia. Por lo
tanto, seamos quienes seamos, independientemente de nuestro pasado, estemos
cargados o sedientos, podemos beber en el río de Dios es decir, creer en su
amor y recibirlo personalmente.
Para
que nuestras vidas no se sequen, tenemos que beber del agua del río de Dios.
Reflexionemos y procuremos de esa agua inagotable hoy y siempre.
Oración: Gracias por tu río eterno que nunca se seca. Te pedimos tener siempre sed para
beber de él. Amén.
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