MONDAY, APRIL 14
LIFE’S CROSS
MATTHEW 16:21-28
“… and take up his cross and follow me…”
Matthew 16:24
The sun’s brilliance becomes more intense as we distance ourselves
from that time of dreams and fantasies that is youth. Christ’s cross is not
made of flowers, or of gold. It is the cross that reminds us of what the
crucified had to face. It reminds us of
Peter, Paul, James, Andrew Philip, Stephen, and other men and women whose human
suffering did not separate them from the Lord. The cross is an invitation to
assume life’s challenges, supported constantly by the hand of God. The cross is
also an invitation to commitment and faithfulness towards him who will never
abandon us. Let us therefore follow the course of the cross that Jesus traced
for us, by doing good works and loving others.
On a daily basis we suffer pain, death, injury, privation, needs,
threats and illness, but nothing can separate us from the path of God, which alone
leads us to salvation.
Prayer: Merciful
God, allow the death of Jesus to help us to reflect upon his sacrifice for humanity
and on our commitment to your reign of justice. Amen.
CRUZ DE VIDA
MATEO 16:21-28
“… y tome su cruz y sígame…”
Mateo 16:24
El brillo de la cruz va siendo más
intenso y atrayente a medida que nos vamos alejando de esa edad de sueños y
fantasías que es la juventud. La cruz de Cristo no es de flores, no es de oro.
Es la cruz que nos recuerda lo que enfrentaron los crucificados. Nos recuerda a
Pedro, Pablo, Santiago, Andrés Felipe, Esteban, y otros hombres y mujeres a
quienes el sufrimiento humano no apartó del Señor.
La cruz es una invitación a asumir los retos de la
vida siempre asidos de la mano de Dios. También la cruz nos invita al
compromiso y la fidelidad hacia aquel que nunca nos desamparará. Recorramos
pues el camino de la cruz que Jesús nos trazó, practicando el bien y amando al
prójimo.
Cotidianamente sufrimos dolores, muertes,
injurias, privaciones, necesidades, amenazas, enfermedades, pero nada nos puede
apartar ya del camino de Dios, que es el único que nos conduce a la salvación.
Oración: Dios misericordioso,
permite que la muerte de Jesús sirva para reflexionar sobre su sacrificio para
la humanidad y nuestro compromiso con tu reino de justicia. Amén.
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