SATURDAY, APRIL 12
Eighty-second Anniversary of JUPRECU (Young Cuban
Presbyterians)
BE JOYFUL, YOUNG PERSON
ECCLESIASTES 11:9-10
“Better a poor but wise youth than an old but foolish king who
no longer knows how to take warning.”
Ecclesiastes 4:13
Youth is a stage in life which creates
nostalgia and yearning in everyone. We young people are impetuous and dreamers,
and more open to accepting differences; but it is also very true that when
these virtues are not well-purposed, we commit errors, with grave consequences
for our lives. There are young people who confuse their goals with the zealous
search for instant and deceiving gratification, which leads to the abuse of
sex, drugs, and alcohol, to unfaithfulness or to a relaxed sense of duty and
responsibility.
The Preacher counsels us to be joyful when
we are still young, but warns us about the dangers of excess. Not all youth,
nor all adults, behave in the same manner. There are many young people who show
that the best things in the world are in their good hands, and whose dreams contain
the better part of the hopes of humanity. In the Christian life, faith cannot
be lived without the full communion between believers of all ages. We young
people need to be considerate and respectful and to be willing to dialogue and
collaborate with people of other ages, as we together build the Kingdom of God.
Prayer: Youthful God, renew in me a youthful and joyful spirit, so that my
life may be pleasing to your eyes. Amen.
Aniversario 82 de la JUPRECU
ALÉGRATE, JOVEN
ECLESIASTÉS 11:9-10
“Si tengo que elegir, prefiero al joven…,
que al rey viejo
pero tonto que no deja que nadie lo
aconseje”
Eclesiastés 4:13
La juventud es una etapa
de la vida añorada por todos. Los jóvenes somos impetuosos y soñadores, somos
más abiertos para aceptar las diferencias; pero también es muy cierto que
cuando esas virtudes no están bien orientadas cometemos errores, con graves
consecuencias para nuestra vida. Hay jóvenes que confunden su realización con
la búsqueda afanosa del placer momentáneo y engañoso que producen el sexo, las
drogas, el alcohol, la infidelidad o un relajado sentido del deber y la
responsabilidad.
El Predicador aconseja alegrarse cuando aún somos jóvenes,
pero nos advierte sobre el peligro de los excesos. No todos los jóvenes, al
igual que los adultos, se comportan de la misma manera. Hay muchos jóvenes que demuestran que lo
mejor para el mundo está en sus manos, que en sus sueños se concretan una buena
parte de las esperanzas de la humanidad. En la vida cristiana, no puede vivirse
la fe sin la comunión plena entre los creyentes de todas las edades. Los
jóvenes necesitamos ser considerados con respeto y estar dispuestos a dialogar
y colaborar con las personas de otras edades en la edificación del reinado de
Dios.
Oración: Dios joven, renueva en
mí cada día un espíritu joven y alegre, de tal modo que mi vida toda pueda ser agradable
a tus ojos. Amén.
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