Monday, July 7, 2014

Monday, July 7 IN YOUR OWN GARDEN MATTHEW 13:44


Monday,  July 7
IN YOUR OWN GARDEN

MATTHEW 13:44
The Kingdom of Heaven is like a treasure hidden in a field…”
Matthew 13:44

There is an old story about a man named Ali Facid.  He had only his family and a small farm.  One day a monk said to him:  You know, there are very valuable stones called diamonds, and if you obtain one of these, you can become a very wealthy man. Ali Facid spent that night thinking about the monk’s words.  He felt that he needed to find these stones.  He sold his farm, left his family with his neighbors and went in search of those acres filled with diamonds.  Months passed and he felt broken in body and spirit. He had already spent all his savings and in the bay of Barcelona, he desperately threw himself into the water.  Meanwhile, the man who had bought his farm picked up a small stone from the garden one day.  Later the old monk returned to the farm and when he saw that the stone was a diamond, he said:  Ali Facid must have returned from his search.  The farmer replied: No, I was fixing up the garden in this farm that I bought and found it in there.

Brothers and sisters, on occasion we waste time on a ceaseless search for what will make us happy, when we already have it in our garden:  our home, our church.


Prayer: Our God, help us to value the treasures that you offer us and to seek only your kingdom and righteousness.


EN TU PROPIO JARDÍN

MATEO 13:44
El Reino de Dios es un tesoro escondido en el campo…”
Mateo 13:44

Hay una historia antigua acerca de un hombre llamado Ali Facid. Él solo tenía a su familia y una pequeña granja. Un día un monje le dice: Sabes, hay piedras muy valiosas llamadas diamantes, y si tú obtienes una de éstas, puedes llegar a ser un hombre muy rico. Ali Facid pasó la noche pensando en las palabras del monje. Sintió que tenía que encontrar estas piedras. Vendió su granja, dejó a su familia con sus vecinos y se fue a buscar esas hectáreas llenas de diamantes. Pasaron los meses y sintió que estaba quebrado en cuerpo y espíritu. Sus ahorros ya los había gastado y en la bahía de Barcelona, desesperado se lanzó al agua. Mientras tanto, el hombre que le compró la granja un día recogió una pequeña piedra del jardín. Luego el viejo monje regresó a la granja y al ver que la piedra era un diamante, expresó: Ali Facid ha de haber vuelto de su búsqueda. El granjero le respondió: No, yo estaba arreglando el jardín en esta granja que compré y la encontré allí.
Hermanos y hermanas, en ocasiones malgastamos tiempo en una búsqueda incesante de lo que nos hará feliz cuando lo tenemos en nuestro propio jardín: nuestra casa, nuestra iglesia.


Oración: Dios nuestro, ayúdanos a valorar los tesoros que tú nos ofreces y buscar solo tu reino y su justicia. 

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