Thursday, August 6
WE ARE ALL SPARTACUS
Mark 8:31-38
“If we disown
him, he will also disown us;”
2 Timothy 2:12
The greatest slave uprising in history was led
by Spartacus and his legions against Roman rule. There is a passage recorded
before his death in the year 71, which was the moment in which all his men were
decimated in a battle and several hundred were taken prisoner. The curiosity to
know the man who had cost so much trouble for the Roman Empire instigated a
search among that multitude of conquered warriors to determine who was at its
head. When the Roman chief cried out the
question: “Who is Spartacus?” that open
field was filled with voices: “WE ARE ALL SPARTACUS.” The men who knowingly
risked their lives felt such veneration for their leader that they did not
falter in wanting to be the legendary head.
The dialogue between Jesus and Peter serves as
pretext for the Evangelist to pick up one of the phrases that most greatly
commits a Christian of our times: “If anyone is ashamed of me and my words in
this adulterous and sinful generation, the Son of Man will be ashamed of him
when he comes in his Father’s glory with the holy angels.”
Prayer: Lord, help me
to fight against the tides that would shame me. Amen.
TODOS SOMOS ESPARTACO
Marcos 8:31-38
“Si lo negamos, también él nos negará”
2 Timoteo 2:12
La
más grande sublevación de esclavos que recuerda la historia fue protagonizada
por Espartaco y sus legiones en contra del poder romano. Hay un pasaje que
antecede a su muerte, ocurrida en el año 71, fue en el momento en que todos sus
hombres fueron diezmados en lucha desigual, y unos centenares fueron tomados
prisioneros. La curiosidad por conocer al hombre que tanto había costado al Imperio
Romano hizo que se tratara de indagar en medio de aquella multitud de vencidos
guerreros quién era el cabecilla. Cuando el jefe romano lanzó la pregunta:
“¿quién es Espartaco?”, aquella llanura se llenó de voces: “todos somos Espartaco”. Los hombres que
sabían que arrastraban la muerte sentían tal veneración por su jefe, que no
dudaron en querer ser el legendario caudillo.
El dialogo de Jesús con Pedro sirve de pretexto para que el Evangelista
recoja una de las frases que más compromete a un cristiano en nuestros días;
“Si en esta generación adúltera y pecadora alguien se avergüenza de mí y de mis
palabras, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él, cuando venga en la
gloria de su Padre con los santos ángeles”.
Oración: Señor, ayúdame a luchar
para que no ande yo en caminos de los cuales tenga que avergonzarme. Amén.
No comments:
Post a Comment