Saturday, February 11 Anniversary of the IPR “Juan G. Hall” (Cárdenas) LAMBS AMONG THE WOLVES MATTHEW 10:16-18

Saturday, February 11

Anniversary of the IPR “Juan G. Hall” (Cárdenas)

LAMBS AMONG THE WOLVES

MATTHEW 10:16-18

I am sending you out like sheep among wolves…

Matthew 10:16

In this text Jesus is speaking to those who purport to be disciples.  He feels as though they have learned enough through their experience to begin exercising genuine leadership. But to achieve this standing was not enough; the most important element was missing: to know how to manage this new responsibility. One of his most judicious counsels was: “Behold, I send you out like lambs among the wolves.” So, we have before us this interesting declaration that overturns all the expectations of those who believed that by following Jesus they’d be strolling down a path of roses without thorns.

What’s most impactful is that he introduces the figure of the wolf as the symbol of danger that surrounds all those chosen by God to complete his historical objectives.  Surely, in the early stages of the church, when many of his disciples assumed this task, they must have been aware of this warning. They were the witnesses to the presence of ferocious wolves when they confronted all of those who opposed Christ’s cause and who constantly attempted to derail his work. But of course, another way they could have sensed this reality was through the persecution exacted by the authorities, where many of them were victimized and martyred. God’s servants must be like a lamb; although in our world there are clearly wolves dressed up like sheep, and sometimes these are worse than the wolves themselves. But Jesus doesn’t want that; in truth, he wants his disciples to be like lambs: gentle, faithful, obedient, simple, humble to the will and disposition of the pastor par excellence, who is our God. 

Prayer:  Lord, we ask that you help us not to lose our gentleness, so that all the days of our lives we may remain the sheep of your flock. Amen.

Translated by John Walter

Aniversario de la Iglesia “ Juan G. Hall” (Cárdenas)

CORDEROS EN MEDIO DE LOBOS

MATEO 10:16-18

He aquí yo os envío como a ovejas en medio de lobos…

Mateo 10:16

 En este texto Jesús se dirige a los que pretendían ser sus discípulos. El Maestro siente que ya cuentan con la experiencia suficiente como para comenzar a ejercer un genuino liderazgo. Pero alcanzar esta categoría, no era lo suficiente. Faltaba lo más importante: saber como ejercer esta nueva responsabilidad. Uno de sus consejos más concretos fue: “He aquí yo los envío como corderos en medio de lobos” Y ante nosotros una interesante declaración que rompe con todas las expectativas de los que creyeron que seguir a Jesús era transitar por un sendero de rosas sin espinas. Lo que más nos impacta de sus palabras, es que se introduce la figura del lobo como ese símbolo del peligro que circunda a todo aquel o aquella que es escogido por Dios para cumplir sus propósitos en medio de la historia. Seguramente, cuando muchos de sus discípulos asumieron esta tarea en tiempos de la iglesia primitiva, vieron el cumplimiento de esta advertencia. Ellos fueron testigos de la presencia de los lobos feroces cuando enfrentaron a todos aquellos que se oponían a la causa de Cristo y que constantemente trataron de detener su trabajo. Pero también otra de las formas donde pudieron percibir esta realidad fue por medio de aquella persecución desatada por las autoridades, donde muchos de ellos fueron víctimas y mártires.  Todo siervo o sierva de Dios ha de ser como un cordero. Aunque ciertamente en nuestro mundo habitan los lobos con apariencia de cordero. Y a veces estos resultan peores que los propios lobos. Pero Jesús no quiere eso, quiere que en verdad sus discípulos sean como los corderos, bien apacibles, fieles, obedientes, sencillos, humildes a la voluntad y a la disposición del pastor por excelencia que es nuestro Dios.

Oración: Señor, te pedimos que nos ayudes a no perder nuestra   mansedumbre para que preservemos  todos los día de nuestra  vida el  carácter como oveja de tu rebaño. Amén.