Sunday, February 12
OUR GREAT GOD
PROVERBS 30
Whose hands have gathered the wind?
Who has wrapped the waters in a cloak?
Who has established all the ends of the earth?
What is his name, and what is the name of his son?
Surely you know!
Proverbs 30:4
In the chapters of the prophet Isaiah, where he
denounces the idolatry of his people, God reminds him that his power cannot be
compared with that of the nations that oppress his people. Can
the creator God, who formed and ordered the world, be
confounded in his objectives? Taken as a whole, human beings are nothing before
his power, weighing less than a speck of dust on the scales of a balance. Have
we experienced that this all-powerful God is our God as well? Doesn’t it seem
to you that we feel overwhelmed by problems that seem insoluble? If so, this is
the moment to remember that our God is the most powerful of all.
Someone wrote: “All the problems known to man have a
direct relationship to his conception of God. If your God is great, your
problems are smaller. If He is small, your problems are likewise greater.”
In thinking about God’s grandeur, we have the privilege
of considering not only his visible creative power in all the universe, but
also his display of love for us. He designed and brought about the work of our
redemption through the gift of his son, Jesus, our savior.
Prayer: Thank you,
Father, for all your blessings. Thank you for your grandeur. Amen.
Translated by John Walter
NUESTRO GRAN DIOS
PROVERBIOS 30
¿Quién encerró los vientos en sus puños?
¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién
afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es el nombre, y el nombre de su
hijo, si sabes?
Proverbios 30:4
En los capítulos del profeta Isaías donde se
denuncia la idolatría de su pueblo, Dios recuerda que su poder no puede
compararse con el de las naciones que oprimen al pueblo. El Dios creador que formó y organizó la tierra ¿podría encontrar algún obstáculo para cumplir su voluntad? Los seres humanos en su
conjunto no son nada frente a su poder;
no pesan más que un poco de polvo en el platillo de una balanza. ¿Hemos experimentando que ese Dios todopoderoso es
igualmente nuestro Dios? ¿No les ocurre que nos sentimos aplastados por problemas que nos parecen insolubles?
Entonces es el momento de acordarnos de que nuestro Dios es más fuerte que
todo.
Alguien escribió: “Todos los problemas que un ser
humano conozca tienen una relación directa con su concepción de Dios. Si su Dios
es grande, sus problemas son más pequeños. Si Él es pequeño, los que son
grandes son sus problemas”
Al pensar en la grandeza de Dios tenemos el privilegio de considerar no
sólo su visible poder creador en todo el universo, sino también el despliegue
de su amor para con nosotros. Él ideó y llevó a cabo la obra de nuestra
Redención por medio del don de su Hijo Jesús, nuestro Salvador.
Oración: Gracias Padre, por todas tus bendiciones. Gracias por tu grandeza. Amén.
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