Saturday, February 18
CHANNELS, NOT
STOREHOUSES
JAMES 2:14-17
Suppose a brother or
a sister is without clothes and daily food.
If one of you says to
them, “Go in peace, keep warm and well fed,”
but does nothing
about their physical needs…
James 2:15-16
Individualism is an attitude that daily takes
on more weight in our human relationships. From childhood on we learn to
compete, to be “the best,” instead of cooperating to achieve goals together. Children’s
games are an example. On occasion, when
the games don’t take on competitive nuances for my children, they become bored,
and smiling they tell me “Nah, this is no fun.” It seems that the values of
solidarity, compassion, and cooperation are more difficult to undertake than
the negative values of selfishness, insensitivity, and individualism. And thus,
bit by bit, this attitude takes hold of our character up to the point of
costing us dearly to detach ourselves from the things that supposedly give us comfort
and security. Lamentably, most of these things are material, thus aggravating
the spiritual condition. If, as children, we learn to compete with others to
become better, to accumulate more things, and to succeed at the expense of
others, then later as adults it will be costly to us to detach ourselves, to
allow space, to work together and to share.
I heard someone challenging us to become
channels instead of being warehouses. And that is the exhortation for today:
that we may be channels of blessing, offering solidarity, timely assistance,
human warmth, and bread that satisfies hunger. We must stop being closed warehouses
that accumulate things because, in the end, the soot corrodes.
Prayer: God of mercy, challenge us so that we may be
channels of blessing in others’ lives. Help us to detach ourselves from
selfishness and individualism. Amen.
Translated by John Walter
CANALES
Y NO ALMACENES
Santiago 2:14-17
…Y si
un hermano o una hermana están desnudos,
y
tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
y
alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos
y
saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias
para
el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
Santiago
2:15-16
El individualismo es una
actitud que toma cada día más valor en nuestras relaciones humanas. Desde
niños, aprendemos a competir para ser “el mejor”, más que a cooperar para
lograr una meta juntos. Una muestra de ellos son los juegos infantiles. En
ocasiones, cuando los juegos no tienen el matiz competitivo a mis niños les
parecen aburridos. Y me dicen sonriendo: Ah no, así no tiene gracia. Pareciera
como si los valores de la solidaridad, la misericordia y la cooperación fueran
más difíciles de asumir que los antivalores del egoísmo , la insensibilidad y
el individualismo. Y así esto se va apoderando de nuestro carácter hasta el
punto de que nos cuesta desprendernos de las cosas que consideramos nos dan
confort y seguridad. Lamentablemente la mayoría de estas cosas son materiales,
agravando así nuestra situación espiritual. Si desde niños aprendemos que
tenemos que ser mejores, acumular, más cosas, tener éxito por encima de los
demás; una vez que seamos adultos, nos costará desprendernos, ceder espacios,
solidarizarnos, compartir. Escuché a alguien desafiarnos en el sentido de que
debemos ser un canal y no un almacén. Y esa es la exhortación para hoy, seamos
canales de bendición, para brindar solidaridad, ayuda oportuna, calor humano y
pan que sacia el hambre. Dejemos de ser almacenes cerrados para guardar cosas
que al final de cuentas el hollín corroe.
Oración: Dios
de misericordia, desafíanos para que seamos canales de bendición en la vida de
los demás. Ayúdanos a desprendernos del egoísmo y el individualismo. Amén
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