Saturday, April 15
THE SILENCE OF HOLY SATURDAY
OUR FATHER
MATTHEW 6: 9-13
This, then, is how you should pray:
“Our father in heaven, hallowed be
your name…”
Matthew
6:9
Our Father, who
created us, selecting us as an eternal glimmer from your heart of gold…
Who art in heaven…
That you are among the narrowing skies of each pain and infirmity…
That you are in the
blood that spills … That you are in heaven, without distances of love…
Holy be your name…
Holy, and repeated with pride, with the satisfaction of the Son of the
all-powerful…
May your kingdom
come… Bring to human beings the shade of your wisdom…
Come to us, you breeze
that trembles the candle… May the sign of your Son, my yearned for Son, come soon
to us,; and may the other truths of your kingdom be known to us…
May your will be done,
on earth as it is in heaven… and may we know how to understand it… That the
spirits may know that nothing dies or changes without your knowledge... That we
do not lose the meaning of your last word: “love one another”… May your will be
done, although we don’t understand it…
Give us today our
daily bread… Give us the bread of patience and tranquility… Give us the bread
of the joyfulness we find in small moments… Give us the bread of promises… Give
us the bread of value and of justice… and the fire and the salt of company… and also the weeping which cleanses…
Give us, Father, the countenance of your image without countenance …
And forgive us our
debts... Forgive our errors as the father forgets the waywardness of his son…
Forgive the shadows
of our selfishness… Forgive the open wounds… Forgive the silences and thunder
of calumny… Forgive our heavy burden of distrust… Forgive this world which by
force of loneliness remains severed… Forgive our past and our
future…
And lead us not into
temptation…
Free us from blindness
of heart… Let us not fall into the temptation of riches, neither into misery
nor narrowness of spirit… Free us, Father, of all material certainty and
security,
free us.
From: Maria’s prayer
in the Trojan horse 4, J.J. Benítez
Prayer:
Lord,
may we know how to live the prayer you taught us in this day in which we await
your resurrection. Amen.
Translated by
John Walter
SÁBADO
DE SILENCIO
PADRE NUESTRO
MATEO 6: 9-13
Por eso, ustedes deben
orar así: “Padre nuestro,
que estás en los
cielos, santificado sea tu nombre”
Mateo 6:9
Padre nuestro, que nos
has creado, arrancándonos como un destello eterno de tu corazón de oro... Que
estás en los cielos... Que estás en los cielos limitados de cada dolor y de
cada enfermedad... Que estás en la sangre que se derrama... Que estás en el
cielo sin distancias del amor...
Santificado sea tu nombre... Santificado y repetido con orgullo, con la satisfacción del hijo del poderoso...
Venga a nosotros tu reino... Llegue a los seres humanos la sombra de tu sabiduría... Venga a nosotros la brisa que impulsa la vela... Venga pronto la señal de tu Hijo, mi añorado Hijo, vengan a nosotros las otras verdades de tu reino...
Hágase tu voluntad en la Tierra y en los cielos... Y que sepamos comprenderla... Que los espíritus conozcan que nada muere o cambia sin tu conocimiento... Que no perdamos el sentido de tu última palabra: «Amaos»... Hágase tu voluntad, aunque no la entendamos...
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy... Danos el pan de la paciencia y el del reposo... Danos el pan de la alegría de los pequeños momentos... Danos el pan de las promesas... Danos el pan del valor y de la justicia... Y el fuego y la sal de la compañía... Y también el llanto que limpia... Danos, Padre, el rostro sin rostro de tu imagen...
Y perdona nuestras deudas... Disculpa nuestros errores como el padre olvida la torpeza del hijo... Perdona las tinieblas de nuestro egoísmo... Perdona las heridas abiertas... Perdona los silencios y el trueno de las calumnias... Perdona nuestra pesada carga de desconfianza... Perdona a este mundo que, a fuerza de soledad, se está quedando solo... Perdona nuestro pasado y nuestro futuro...
Y no nos dejes caer en tentación...
Líbranos de la ceguera de corazón... No nos dejes caer en la tentación de la riqueza, ni en la miseria y estrechez de espíritu... Líbranos, Padre, de toda certidumbre y seguridad materiales... Líbranos.
Santificado sea tu nombre... Santificado y repetido con orgullo, con la satisfacción del hijo del poderoso...
Venga a nosotros tu reino... Llegue a los seres humanos la sombra de tu sabiduría... Venga a nosotros la brisa que impulsa la vela... Venga pronto la señal de tu Hijo, mi añorado Hijo, vengan a nosotros las otras verdades de tu reino...
Hágase tu voluntad en la Tierra y en los cielos... Y que sepamos comprenderla... Que los espíritus conozcan que nada muere o cambia sin tu conocimiento... Que no perdamos el sentido de tu última palabra: «Amaos»... Hágase tu voluntad, aunque no la entendamos...
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy... Danos el pan de la paciencia y el del reposo... Danos el pan de la alegría de los pequeños momentos... Danos el pan de las promesas... Danos el pan del valor y de la justicia... Y el fuego y la sal de la compañía... Y también el llanto que limpia... Danos, Padre, el rostro sin rostro de tu imagen...
Y perdona nuestras deudas... Disculpa nuestros errores como el padre olvida la torpeza del hijo... Perdona las tinieblas de nuestro egoísmo... Perdona las heridas abiertas... Perdona los silencios y el trueno de las calumnias... Perdona nuestra pesada carga de desconfianza... Perdona a este mundo que, a fuerza de soledad, se está quedando solo... Perdona nuestro pasado y nuestro futuro...
Y no nos dejes caer en tentación...
Líbranos de la ceguera de corazón... No nos dejes caer en la tentación de la riqueza, ni en la miseria y estrechez de espíritu... Líbranos, Padre, de toda certidumbre y seguridad materiales... Líbranos.
De: oración de Maria en el Caballo de Troya 4, J.J. Benítez
Oración: Señor,
que sepamos vivir la oración que nos enseñaste en este día en el que esperamos
tu resurrección. Amén
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