Thursday, April 20
GOD REVEALS HIMSELF
IN THE UNEXPECTED
ACTs 10:1-33
“Surely not, Lord!” Peter replied,
“I have never eaten anything impure or unclean.”
Acts 10:14
In this
text Peter is called to listen to and interpret the voice of God. We too should
listen to God’s voice so that our perspective may be broadened, so that we may
be encouraged to participate in a life of dialogue, tolerance, understanding,
to let God’s voice reach us, so that the things which at times we consider
indignant can also have new meanings.
At times,
we prefer to cling to those traditions and judgments we believe to be correct,
and we don’t let other people in, we remain sidelined from the changes God
proposes for our lives.
Remember
that Jesus first approached those who were the most despised in his time, those
considered indecent: the sick, women, children, tax collectors… There, among
the supposedly unworthy, Jesus announced his new Kingdom, a Kingdom of love,
justice and peace.
We must
allow ourselves to be called by everything that speaks of God’s love, of his Kingdom.
May we have sufficient sense to change our narrow perspectives and to see the
sacred in each thing and in each person, because God also reveals Himself in
the unexpected.
Prayer:
Our God, help us to live our lives this Easter by
accepting the changes you suggest, and grant that we may also see and sense You
in the unexpected. Amen.
Translated by John Walter
DIOS SE REVELA EN LO INESPERADO
Hechos 10:1-33
Pedro contestó: «De ninguna manera, Señor;
jamás he comido
nada profano e impuro.» La voz le dijo por
segunda vez:
«Lo que Dios ha purificado no lo llames tú
profano.»
Hechos 10:14
Pedro en este texto es convocado a escuchar e interpretar la voz de Dios.
Nosotros debemos también escuchar la voz de Dios para que se abran nuestras
perspectivas, para que nos animemos a participar en una vida de diálogo,
tolerancia, comprensión; para dejar a Dios que nos diga, que las cosas que a
veces consideramos indignas, pueden también tener nuevos significados.
En ocasiones preferimos aferrarnos a nuestras propias certezas,
tradiciones y juicios, y no nos abrimos a las demás personas, nos quedamos al
margen de los cambios que Dios propone para nuestras vidas.
Recordemos que Jesús se acercó primero a aquellas personas más
despreciadas en su época, aquellos considerados indignos: enfermos, mujeres,
niños, cobradores de impuestos… Allí, entre esos supuestos indignos, Jesús
anunció su nuevo Reino, un Reino de amor, justicia y paz.
Tenemos que dejarnos convocar por todo lo que nos hable del amor de
Dios, de su Reino. Tengamos la sensibilidad suficiente para cambiar nuestras
estrechas perspectivas y ver lo sagrado en cada cosa y cada persona, porque
Dios también se revela en lo inesperado.
Oración: Dios
nuestro, ayúdanos a vivir este tiempo de Pascua, aceptando los cambios que tú
nos propones y permite que podamos verte y sentirte también en lo inesperado.
Amén.
No comments:
Post a Comment