If only I touch his
cloak, I will be healed.
Matthew 9:21
In front of the
congregation, a sister in the faith gave a public testimony of thanks to God
for the miracle that the Lord had worked in the life of her nephew: a young man who had been assaulted and
violently beaten to the point of endangering his life. Against all the medical prognoses, her
nephew’s life was not only saved, but he completely recuperated. She thus
shared her faith in God’s miracles.
When science fails and
your sickly body keeps you from taking another step, when you suffer a
betrayal, when loneliness or scarcity torment you, when doors close and you
don’t see a way out; we turn to God, and we beseech Him to work a miracle,
acknowledging that through faith the Lord can do all things and that his love for each of us
is infinite.
We know that the Lord
always listens to us, if our prayer comes from a heart that is sincere,
repentful, and full of faith. In His
time and in his infinite wisdom and knowing what is best for our lives, he will
grant us the miracle that we ask.
Let us be attentive, let
us pray without ceasing, let us rest in the Lord and let us not forget that his
love creates miracles. Let us trust that
He will grant the miracle for which you so yearn…
A miracle for that friend who is unemployed,
to get a job;
A miracle so that those two human beings who
are fighting, to be reconciled.
A miracle for our sick friends to be healed.
A miracle for our family members who do not
know You, Lord, to open themselves up to You.
A miracle so that you may give a strong
embrace to someone…even if they are distant.
Prayer: Lord, grant that light, peace, harmony and abundance from You may
accompany us today and always. Amen.
Translation by Elisa Menocal
Señor, necesito un milagro
MATEO
8:23-27
Tan
solo con que llegue a tocar su capa, quedaré sana.
Mateo
9:21
Una
hermana en la fe frente a la congregación daba testimonio público de gratitud a
Dios por el milagro que el Señor había obrado en la vida de su sobrino: joven
que fue asaltado y golpeado violentamente al punto de peligrar su vida. Contra
todos los pronósticos médicos, su sobrino no solo salvó su vida, sino que se
recuperó completamente. Ella compartía así su fe en los milagros de Dios.
Cuando la ciencia falla y
tu cuerpo enfermo te impide seguir, cuando sufres una traición, cuando la
soledad o la escasez se ensañan en ti, cuando las puertas se cierran y no ves
salida; recurrimos a Dios, y le suplicamos que realice un milagro reconociendo
por fe que el Señor todo lo puede y que su amor por cada uno de nosotros es
infinito.
Sabemos que el Señor
siempre nos escucha, si nuestra oración sale desde un corazón sincero,
arrepentido y lleno de fe. Él a su tiempo y conociendo en su infinita sabiduría qué es lo que mejor
para nuestras vidas, nos concederá el milagro que pedimos.
Estemos atentos, oremos
sin cesar, descansemos en el Señor y no
olvidemos que su amor hace milagros. Confiemos que se producirá el milagro que tanto
anhelas…
Un milagro para que
ese amigo que no tiene trabajo, lo
consiga,
Un milagro para que esos dos seres humanos que están peleados, se
reconcilien.
Un milagro para que
nuestros amigos enfermos sanen.
Un milagro para que nuestros familiares que no
te conocen Señor, se abran a ti.
Un milagro para que puedas darle un fuerte abrazo a alguien...
aunque esté distante.
Oración: Señor, que la luz, la
paz la armonía y la abundancia que vienen de Ti nos acompañen
hoy y siempre. Amén.
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