Sunday, November 26, 2017

Sunday, November 26 Anniversary of the Presbyterian Reformed Church of Cabaiguán THE MASTER GARDENER Luke 13:1-9

Sunday, November 26

Anniversary of the Presbyterian Reformed Church of Cabaiguán

THE MASTER GARDENER
LUKE 13:1-9

“Sir,” the man replied, “leave it alone for one more year,
and I’ll dig around it and fertilize it.” (NIV)
Luke 13:8

In the parable of the fig tree the owner was impatient and disappointed with the sterile fig tree. However, the gardener knew that the tree needed to be purposefully cultivated and required time.
The same is true with our soul and our relationships. We need to cultivate them, allow time for changes, and then trust God to do the work of a master gardener. No amount of effort can bring about peace. Peace is the result of surrendering our life completely to the Holy Spirit. The same is true with joy, patience, goodness, kindness, and the other fruits of the Spirit. The key to a Christian’s growth is to recognize and accept the control of the Holy Spirit.

We accept the Holy Spirit’s control of our life by faith. We don’t await or plead for some great emotional experience. After we confess our sins and invite the Spirit to take control, we simply trust that it’s working in us, and we go through life with confidence that through the work of the Spirit of God we can cultivate our relationships with sincerity and sacrifice. We believe that He is working in our life, pruning and cultivating our soul and our relationships so that, like the fig tree, we can yield abundant fruit.

Prayer: Lord, help us to be patient with ourselves and those around us so that we can see growth in our lives. Amen.


Translation by George Meek



Aniversario  de la IPR de Cabaiguán

EL MAESTRO JARDINERO
LUCAS 13:1-9

El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año,
hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone
Lucas 13:8

En la parábola de la higuera el dueño estaba impaciente y decepcionado con la higuera estéril. Sin embargo, el jardinero sabía que el árbol necesitaba ser cultivado con esfuerzo intencional y luego necesitaba tiempo.
Lo mismo sucede en nuestra alma y en nuestras relaciones. Necesitamos cultivar, dar tiempo para los cambios y luego confiar en que Dios hará la obra de un maestro jardinero. No hay esfuerzo alguno que pueda producir paz. La paz es el resultado de rendir nuestra vida completamente al Espíritu Santo. Lo mismo sucede con el gozo, la paciencia, la bondad, la benignidad y los otros frutos del Espíritu. La clave para el crecimiento del cristiano es reconocer y aceptar el control del Espíritu Santo.

Aceptamos el control del Espíritu Santo sobre nuestra vida por fe. No esperamos ni suplicamos una gran experiencia emocional. Después de confesar nuestros pecados y pedir el control del Espíritu, creemos simplemente que está trabajando en nosotros, y atravesamos la vida con la confianza de que, por medio de la obra del Espíritu de Dios,  podemos  cultivar nuestras relaciones con sinceridad y sacrificio. Creemos que Él está obrando en nuestra vida, podando y cultivando nuestra alma y nuestras relaciones para que, al igual que la higuera, demos muchos frutos.

Oración: Ayúdanos Señor, a ser pacientes con nosotros y con los que nos rodean a fin de ver un crecimiento en nuestras vidas. Amén.


No comments:

Post a Comment