Friday, March 9
LIVING
WITHOUT PREJUDICES
JOHN
7:40-52
Others
said, “He is the Messiah.”
Still
others said,
“How
can the Messiah come from Galilee?” (NIV)
John
7:41b
We
live in a time in which everything is measured by successes and failures. Almost
no one feels proud to belong to a group that constantly loses and seldom wins.
It nearly always happens that the supporters cheer at successes and leave when
there are losses.
Similarly,
a person is considered successful when he has triumphed economically. Thus, our
achievements are measured in our society by that which leads people to boast of
themselves.
If
Jesus had been a protagonist in our times, he assuredly would not have been
considered a successful man; neither was he considered a successful man in his
own epoch. Many didn’t even believe that he could have been the Messiah, saying
that nothing good could come from Galilee.
Jesus
himself is a victim of prejudice from the viewpoint of power, and by those who
believe themselves much wiser. But just as the cross defeated death through the
resurrection, if well read and understood, his life story and the Gospels
shatter the prejudices that classify successes and failures according to their
religious, ethnic, regional, generational, economic and gender background.
Prayer: Jesus,
help us Christians to understand that we shouldn’t prejudge anyone, principally
considering that you yourself were a victim of prejudices. Amen.
Translation
by John Walter
VIVIENDO SIN PREJUICIOS
JUAN 7:40-52
Otros decían: “El Mesías no puede venir
de la región de Galilea”
Juan 7:41b
Vivimos en un tiempo en el cual todo se mide con éxitos y fracasos. Casi
nadie se siente orgulloso de pertenecer a un equipo que pierde constantemente y
gana poco. Casi siempre ocurre que los simpatizantes se alegran con el éxito y
se alejan con el fracaso.
Así también se considera una persona exitosa aquella que ha triunfado
económicamente. De este modo se miden los logros en nuestra sociedad, lo que
lleva a las personas a enorgullecerse de sí mismas.
Si Jesús hubiera sido protagonista de nuestro tiempo, con seguridad no
sería considerado un hombre exitoso, como tampoco fue considerado un hombre
exitoso en su época. Muchos ni siquiera creían que Él pudiera ser el Mesías,
diciendo que no podía venir nada bueno de Galilea.
Jesús mismo es víctima del prejuicio construido desde el poder y desde los
que creían ser más sabios. Pero, así como la cruz rompió con la muerte a través
de la resurrección, su historia de vida y el evangelio bien leído y entendido,
hace añicos los prejuicios que encasillan a exitosos y fracasados según su
procedencia religiosa, étnica, regional, generacional, económica, de género…
Oración: Jesús, ayúdanos a entender que
nosotros los cristianos no debemos prejuzgar a nadie, principalmente teniendo
en cuenta que tú mismo fuiste víctima de los prejuicios. Amén.
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