Wednesday, March 14, 2018

Wednesday, March 14 Celebration of the dependent church in Paredes WHO IS THE BEST? Matthew 18:1-5


Wednesday, March 14
Celebration of the dependent church in Paredes

WHO IS THE BEST?
MatTHEW 18:1-5

… And he said: “Truly I tell you, unless you change
and become like little children
you will never enter the kingdom of heaven. (NIV)

Mathew18:3

In the days in which an ice cream cost much less, a ten-year-old child entered an establishment and seated himself at a table. The waiter put a glass of water in front of him.

“How much does an ice cream with chocolate and peanuts cost?” Asked the child.
“50 centavos,” the woman replied. The child took his hand out of his pocket and examined the coins.
“How much does just an ice cream cost,” he asked again. Some people and the waiter were already a bit impatient.
“25 centavos,” the waiter said brusquely.
The child counted his money again.
“I want the ice cream alone,” he said.
The waiter brought him the ice cream and put the bill on the table and left. The child finished the ice cream, paid the check and left. When the waiter returned to clean the table, he was dumbfounded at seeing there, placed neatly beside the empty plate, was 25 centavos, his tip.

On occasion it happens just as it did to the waiter. We misjudge children or those we consider insignificant; we think they have nothing much to offer, and yes, much to learn. But Jesus warns us that they are the best, according to God’s logic.

Prayer:  Thank you Lord for your love. I pray to you that you fill me to be able to share with others. Help me to look at “the little ones” with the sensibility and the love you pour out upon us. Amen.

Translation by John Walter 


Celebración de la Iglesia dependiente en Paredes

¿Quién es el mayor?
Mateo 18:1-5

… y dijo: - De cierto os digo que si no os volvéis
y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos
Mateo18:3


En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de diez años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua enfrente de él.
- ¿cuánto cuesta un helado con chocolate y maní? –preguntó el niño.
-Cincuenta centavos- respondió la mujer.
El niño sacó la mano del bolsillo y examinó las monedas.
- ¿Cuánto cuesta el helado solo? Volvió a preguntar. Algunas personas y la camarera ya estaban un poco impacientes.
-Veinticinco centavos, dijo bruscamente
El niño volvió a contar las monedas.
-Quiero un helado solo, dijo
La mesera le trajo el helado solo, le puso la cuenta en la mesa y se retiró. El niño terminó el helado, pagó la caja y salió. Cuando la mesera volvió a limpiar la mesa, le costó tragar saliva al ver que allí, ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos: su propina.

En ocasiones nos pasa como a la mesera, juzgamos mal a los niños o a quienes consideramos insignificantes. Pensamos que no tienen mucho que ofrecer y sí mucho que aprender. Pero Jesús nos advierte que ellos son los mayores según la lógica de Dios.

Oración: Gracias Señor, por tu amor. Te ruego me llenes para poder repartir a los demás.  Ayúdame a mirar a “los pequeñitos” con la sensibilidad y el amor que tú derramas sobre nosotros. Amén.  


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