Monday, March 26, 2018

Monday, March 26 Monday of Holy Week DEATH IS NOT THE END John 14:1-7


Monday, March 26
Monday of Holy Week

DEATH IS NOT THE END
JOHN 14:1-7

Jesus said: “Do not let your hearts be troubled.
You believe in God; believe also in me.”
John 14:1

The hour of Jesus’ death was approaching. The place where he was going with his death was for then inaccessible to his disciples. They didn’t want to hear anything about it; they couldn’t understand it. What lay ahead for them? Loneliness, abandonment, desertion. Isn’t that what we feel when it is time to bid farewell to a loved one? It’s even more so if the person is important to our lives.

The death of a loved one is something that is hard for us to understand. Jesus’ announcement of his death to his disciples meant that he who healed, who resurrected Lazarus, who pardoned, who taught, who was always with them, would be with them no longer. Hope and faith were in danger of collapsing.

But Jesus invited them to believe in him, because his death is simply the path to the Father. And he will return. And when he returns, he will receive them so they can also share in the Father’s Kingdom. It is by his death and resurrection and his promise to return that the faith can endure in times of tribulation. That is why, despite all our differences, we are one. That’s why we can bid farewell to our loved ones, assured that they will be protected in the hands of the one who sustains us and gave us life.

Prayer: Thank you, Lord, for we are certain that some day we will again meet our loved ones. Please be with those who are in difficult situations. Amen.

 Translation by George Meek  




Lunes Santo

LA MUERTE NO ES EL FIN
JUAN 14:1-7

Jesús dijo: “No se turbe vuestro corazón;
creéis en Dios, creen también en mí”.
Juan 14:1

La hora de la partida de Jesús  se estaba acercando. El lugar al que iba con su muerte era, por el momento, un lugar inaccesible para sus discípulos. Ellos no querían saber nada de eso, no podían entenderlo. ¿Qué les esperaba? Soledad, abandono, desamparo. ¿No es esto también lo que sentimos cuando nos toca despedir a un ser querido?  Mucho más si es alguien importante para nuestras vidas.

La partida de un ser querido es algo difícil, algo que cuesta entender. El anuncio de su muerte que Jesús hacía a sus discípulos significaba que, aquel que curó, que resucitó a Lázaro, que perdonó, que enseñó, que siempre estuvo con ellos, ya no iba a estar. Las esperanzas y la fe corrían riesgo de derrumbarse.

Pero Jesús invita a creer en Él, pues su muerte es apenas el  camino hacia el Padre. Y Él volverá. Y cuando vuelva los recibirá para que también participen del Reino de su Padre. Es por su muerte y resurrección y por su promesa de volver, que la fe se mantiene en tantos momentos de tribulaciones. Es por eso que, a pesar de todas nuestras diferencias, nos sabemos unidos. Por eso podemos despedir desconsolados a nuestros seres queridos, seguros de que están resguardados en las manos de aquel que nos sostiene y nos dio la vida.

Oración: Gracias Señor, pues estamos seguros de que algún día nos volveremos a encontrar con nuestros seres queridos. Te pedimos acompañes a aquellos que se encuentran en difíciles situaciones. Amén.





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