Thursday,
April 19
GOD’S TOUCH
GENESIS 32:22-32
… saying, “For I have seen God face to
face,
and yet my life is preserved.”
Genesis 32:30 (NRSV)
Today’s text tells the story of Jacob’s encounter with Esau, the
brother from whom he had long ago distanced himself. Remembering that he had behaved badly to his
brother, and fearing Esau’s anger after all this time, Jacob prayed. While he was praying, a man came and began to
wrestle with him. Recognizing that the
stranger was a spiritual presence and a messenger from God, Jacob held onto him
and begged him for a blessing. Sure
enough, this mysterious figure blessed Jacob, but first he touched Jacob’s hip
and dislocated it while they wrestled.
Jacob understood that he was having an encounter with God. The next morning, Jacob went away limping,
proof that his experience had not been simply a dream. God had touched him physically and this
encounter had been a crucial moment in his life.
When someone says that they were touched by God, like Jacob,
some people will be skeptical, but the biggest skeptics come to be the biggest
believers when they personally experience God’s touch. Since the first century, God has touched
thousands of men and women, who have in turn touched others as representatives
of Christ. These people cross our paths
many times throughout our life. They are
channels of God’s love and they speak fluently the language of love, of
physical contact, through a hug or a pat on the shoulder. May we learn to recognize them.
Prayer: Lord, I ask
you to speak to me in your language.
Help me to receive love in many and diverse ways, and help me also to
express love physically to those around me who need physical contact. Amen.
Translation
by Deborah McEachran
EL TOQUE DE DIOS
GÉNESIS 32:22-32
… porque dijo: “Vi a Dios cara a
cara, y fue librada mi alma”
Génesis 32:30
El texto de hoy relata la historia de Jacob en su
rumbo de encontrarse con Esaú, el hermano de quien se había distanciado hacía
muchos años. Al recordar que se había comportado mal con su hermano y por temor a la ira de Esaú después de todo
ese tiempo, Jacob oró. Mientras lo hacía, llegó un hombre y comenzó a luchar
con él. Al percibir que el extraño era una presencia espiritual y un mensajero
de Dios, Jacob se aferró a él y le rogó que lo bendijera. Aquella figura
misteriosa, efectivamente bendijo a Jacob, pero primero tocó la cadera de Jacob
y la dislocó mientras luchaban. Jacob entendió
que estaba teniendo un encuentro con Dios. A la mañana siguiente Jacob se
fue cojeando, prueba de que su experiencia no había sido simplemente un sueño.
Dios lo había tocado físicamente y aquel encuentro había sido un momento
crucial en su vida.
Cuando alguien dice que Dios lo tocó, como a
Jacob, algunos podrían ser escépticos, pero los más grandes escépticos llegan a
ser los más grandes creyentes cuando experimentan personalmente el toque de
Dios. Desde el primer siglo Dios ha tocado a miles de hombres y mujeres, los
cuales a su vez han tocado a otros como representantes de Cristo. Esas personas
se cruzan muchas veces en nuestros caminos a lo largo de vida. Son canales del
amor de Dios y hablan con fluidez el lenguaje de amor, del contacto físico, a
través de un abrazo o una mano en el hombro. Aprendamos a reconocerlas.
Oración: Señor, te pido que me
hables en tu lenguaje. Ayúdame a recibir el amor en sus muchas y diversas
formas y ayúdame también a expresar amor físicamente a quienes necesitan
contacto físico dentro de mi entorno. Amén.
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