Tuesday, April 10
PRESBYTERIAN PASTOR
PIEDRA AND THE LESSONS
REVELATION 2: 9-10
Be faithful, even to
the point of death,
and I will give you life
as your victor’s crown. (NIV)
Revelation 2:10
On any day in the
afternoon, when I arrived at the Versalles church and entered by the always open door of
the Augusto Cotto print shop, I found myself with Pastor Carlos Piedra, or
Piedra, my friend and the pastor of that church, and the one responsible for
the print shop where they print the newsletters of our church and also where
they make up the Sunday lessons, among other things. I always asked him, “What
are you doing?” and he responded, “My work, the Sunday bulletin.”
There he spent hours so
that that material was ready for every Sunday in all our Presbyterian churches.
Unfortunately, the door is now closed, and there are many of us who ask
ourselves, “Are we ever going to have the Sunday devotionals again some day?”
The work that Piedra did, together with a team that assisted him, was a titanic
task; it was a back-room work, hidden, seldom recognized.
Today my brother
rests in the presence of the Lord; and it would be very good if someone new
were to again edit the Sunday devotional for the services of our churches in
the Sunday school classes, and thus in some way also honor the memory of the
one who advanced this work.
Prayer: Thank you, great
Father, for the work of our dear Carlos Piedra, for your church in Cuba. We ask
that you may give us wisdom so that we may again be able to resume this
educational work. Give us the opportunity to serve you in the name of Jesus. Amen.
PIEDRA
Y LAS LECCIONES
APOCALIPSIS
2: 9-10
Tú
sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida
Apocalipsis
2:10
Cuando
llegaba en la tarde de un día cualquiera a la Iglesia de Versalles y entraba
por la siempre abierta puerta de la Imprenta “Augusto Cotto” me encontraba con
el Presbítero Pastor Carlos Piedra, o Piedra, mi amigo, el pastor de esa
iglesia y el responsable de la imprenta donde se imprimían las revistas de
nuestra Iglesia y también donde se confeccionaban las lecciones dominicales,
entre otras cosas. Siempre le preguntaba: “¿Qué haces?” y me respondía: “En lo
mío, en la hoja dominical.”
Allí
pasaba horas para que tuviéramos todos los domingos y en todas nuestras
Iglesias Presbiterianas ese material.
Desafortunadamente
ya la puerta está cerrada y no somos pocos los que nos preguntamos: “¿Algún día
volveremos a tener hojitas dominicales?”
El
trabajo que realizaba Piedra, por supuesto junto a un equipo que lo ayudaba,
era tarea de titanes, tarea oculta, pocas veces reconocida.
Hoy
mi hermano descansa en la presencia del Señor, y sería muy bueno que se editara
nuevamente la hojita dominical para el servicio de nuestras iglesias en las
clases dominicales y así también de alguna manera honrar la memoria del que
impulsó este trabajo.
Oración: Gracias gran Padre, por el
trabajo de nuestro querido Carlos Piedra para su Iglesia en Cuba. Te pedimos
que nos des sabiduría para que podamos de nuevo retomar este trabajo educativo.
Danos la oportunidad de servirte en el nombre de Jesús. Amén.
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