Tuesday, March 19
LORD MAY YOUR WILL BE
DONE
MATTHEW 26:36-46
Then he went a short
distance farther and fell on his face and prayed,
“My Father, if it’s
possible, take this cup of suffering away from me.
However, not what I
want but what you want.
Matthew 26: 39 (CEB)
Through prayer we
learn to identify ourselves with God. We
invoke God’s name to give thanks, asking for guidance or help. We show ourselves for who we really are,
needy, weak, vulnerable; but nevertheless, we are careful at the time to not
omit even one detail of our petitions.
Lamentably, we do not care to mention a phrase that gives us a measure
of how mature we are in the faith: Lord, may you not do our will, but your
will.
So, are we afraid
that the will of God will not follow our whims or maybe we doubt God’s
transcendental capacity and we think we need to orient God?
Many times, we are
directed by paths that although they are not pleasant, are those that God has
reserved for us. Only afterwards, can we
see in our lives retrospectively, that God had a reason, that God is a God of
wisdom and that we need to trust more.
Living closer to God,
and trusting our steps to God, we can take the cup without fear and glorify God
all the days until the end of time.
Prayer: Put away the doubt, Lord, and permit us to
trust more in your power. Accompany us
in this Lent and always. Amen.
Translation by Deborah McEachran
QUE SE
HAGA TU VOLUNTAD SEÑOR
MATEO
26:36-46
Yendo
un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando
y
diciendo: Padre mío, si es posible, pasa de mí esta copa;
pero
no sea como yo quiero, sino como tú.
Mateo
26: 39
A
través de la oración aprendemos a identificarnos con Dios. Invocamos su nombre
para darle gracias, pidiendo orientación o socorro. Nos mostramos tal cual
somos, necesitados, débiles, indefensos; sin embargo, somos cuidadosos a la
hora de no omitir ningún detalle en nuestros pedidos. Lamentablemente, descuidamos
mencionar una frase que nos da la medida de cuán maduros estamos en la fe: Señor
que no se haga nuestra voluntad, sino la tuya.
Acaso,
¿tememos que la voluntad de Dios no se parezca a nuestros caprichos, o tal vez
dudamos de su trascendental capacidad y necesitamos orientarlo?
Muchas
veces, nos hace dirigirnos por caminos que no por placenteros, son los que Dios
nos tiene reservados. Solo después, podemos ver en nuestras vidas,
retrospectivamente, que Dios tenía razón, que Él es un Dios de sabiduría y que
necesitamos confiar más.
Viviendo
más cerca de Dios, confiando a Él nuestros pasos, podremos tomar sin temor la
copa y glorificarle todos los días hasta el fin.
Oración:
Aparta, Señor, la duda y permítenos confiar más en tu poder. Acompáñanos en esta Cuaresma y siempre. Amén.
No comments:
Post a Comment