Thursday, March 21
PRAYER
MATTHEW 6:5-15
When you pray, don’t
pour out a flood of empty words….
Matthew 6:7
(CEB)
This sentence which
comes before the Lord’s Prayer is a model or form of prayer that Jesus gives
us, but it tells us that we should always repeat this prayer.
Jesus prayed because
prayer was a necessity in his life. He
wants prayer to be a necessity for us as well, because only through prayer do
we receive the direction and power of God.
A Christian who does
not pray daily is trusting more in his or her own strength than in the power of
God. It is not to pray for praying’s
sake, to remain in good standing with God and with ourselves. Prayer is more than directing words to God.
In the first place, prayer
is an attitude before God; the way we pray does not matter—on knees, seated or
standing. What is important is this
direct thread that connects us to the Holy Spirit in order to draw closer
confidently to the throne of grace. It
is the intimate communion that makes us feel secure in the love of the Father,
and to be still enough to hear Him.
“Soul, fill yourself
with silence, allow the sedative miracle to invade you in a sweet stillness,
and in silence, already still, set yourself to listen to God. Don’t interrupt Him, speak or move. We are already in communication with
Him.”
Prayer: Lord, permit prayer to be an indispensable daily necessity in our lives. Amen.
Translation by
Deborah McEachran
LA
ORACIÓN
Mateo 6:5-15
Cuando
ustedes oren, no sean repetitivos...
Mateo
6:7
Esta
frase antecede al Padrenuestro, que es un modelo o forma de oración que Jesús
nos da, pero nos significa que siempre repitamos esta oración.
Jesús
oraba, pues la oración era una necesidad en su vida. Él quería que para
nosotros también fuera una necesidad, porque sólo a través de la oración es que
recibimos la dirección y el poder de Dios.
Un
cristiano que no ora diariamente está confiando más en sus propias fuerzas que
en el poder de Dios. No es orar por orar, para quedar bien con Dios y con
nosotros mismos, la oración es mucho más que dirigirle la palabra a Dios.
En
primer lugar, la oración es una actitud ante Dios, no importa la manera en que
la hagamos: de rodillas, sentados o de pie. Lo que importa es ese hilo directo
que nos proporciona el Espíritu Santo para poder acercarnos confiadamente al
trono de la gracia. Es la comunión íntima que nos hace sentir seguros en el
amor del Padre, y estar quietos para escucharlo a Él.
“Alma,
llénate de silencio, deja que te invada el milagro sedante de una dulce
quietud; y en silencio, ya quieta, ponte a escuchar a Dios. No le interrumpas,
no hables, no te muevas. Ya estamos en comunicación con Él”
Oración
: Permite Señor, que en nuestra vida, la oración sea una
imperiosa necesidad cada día. Amén.
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