Wednesday,
March 27
THE LORD IS LOOKING AT US
NUMBERS 6:22-27
the Lord make his face shine on you
and be gracious to you;
Numbers
6:25 (NIV)
In the
temple in Jerusalem the priests used these words for a benediction: May the
Lord make his face shine on you and be gracious to you. A glance is a very
common way to express our feelings to others. Sometimes we show surprise, pain,
animosity, gratitude, or happiness.
An
expressive glance has no need for words. God is always looking at us. He looks
at us with pleasure despite our weaknesses and errors. We feel his glance in
the silence of prayer or in the midst of activity, in moments of happiness,
sadness, or anguish. His grace envelops us and makes us realize that we are not
alone. We don’t hide, as a treasure, this spiritual richness that we receive as
a gift from God. We let our face shine on others, allowing the goodness, love,
and peace to radiate around us, bringing joy and hope to the brothers and
sisters we know. It’s a way of showing that the Lord is within us, to counter
the violence, fear, anxiety, or anguish that is so common in our days. It may
well be that others sense from our glance that God makes his face shine on them
and is gracious to them.
Prayer: Lord, thank you because your face shines on us
and you give us infinite grace. Help us to express with our glance that you are
within us. Amen.
Translation by George
Meek
EL SEÑOR NOS MIRA
NUMEROS 6:22-27
Que el Señor te mire con agrado y te mire con bondad
Números 6:25
En el templo de Jerusalén los sacerdotes
bendecían con estas palabras: Que el Señor te mire con agrado y te
mire con bondad. Mirar es una forma muy común para expresar nuestros sentimientos a los demás. A veces
mostramos sorpresa, dolor, rencor, gratitud o alegría.
Una mirada expresiva no necesita de palabras. Dios nos mira siempre. Nos
mira con agrado a pesar de nuestras
debilidades y errores. Sintamos
su mirada en el silencio de la
meditación o en medio de la actividad,
en los momentos de alegría y en los de tristeza o angustia. Su bondad nos
inundará y nos hará sentir que no
estamos solos. Esa riqueza espiritual
que recibimos como regalo de Dios
no la guardemos como quien esconde un tesoro. Aprendamos a mirar con
agrado a los otros, dejemos que la bondad, el amor y la paz se irradie a
nuestro alrededor, llevando alegría y esperanza a los hermanos y hermanas que
de alguna manera se relacionan con nosotros. Es una manera de mostrar que el
Señor está en nosotros, de contrarrestar
la violencia, el miedo, la ansiedad o la angustia tan común es en nuestros días. Podemos hacer
que los otros sientan que a través de nuestra mirada, Dios les está
mirando con agrado y mostrando su bondad.
Oración: Señor, gracias
porque mantienes tu mirada sobre nosotros y dispensarnos tu bondad infinita.
Ayúdanos a expresar en nuestra mirada que tú estás en nosotros. Amén.
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