Monday, March 4
THE BRIDGE OF THE GOOD
ROMANS 3:19-26
they are now justified by his grace as a gift,
through the redemption that is in Christ Jesus,
Romans 3:24 (NRSV)
There is a place in a town that everyone knows by the name
of Bridge of the Good. I have also heard that in a town there is a corner of the
good and similar places in other towns. In all places it is the same location:
the place where eulogies are said. And because of what in those acts is said
and done, the voice of the people has rightly christened the places with these
names. Anyone who has undergone the experience of a funeral knows the reason
for this name.
Usually, after death, we are proclaimed to be totally good, and
time is too short to note all the virtues that adorned our existence. And in
many cases the eulogist succeeds, but the public often knows the deceased
better and a smile escapes from the lips when listening to the endless list of
virtues that we cannot locate in our memory of the person who is being
eulogized. But people are like that, and the fact that someone dies is occasion
to sanctify, exalt and talk about him, at least at the time of the funeral;
although after a few days, we allow ourselves the task of starting to look for
those faults that the deceased also had.
Better not to have to enumerate the virtues of anyone, for
that would imply that we were all equal, on the same level. Virtues and faults
exist, and as we live, we create a balance, filling bit by bit first one side
of the scale and then the other. Let us make sure that our balance is inclined
on the side of the virtues, even if no one proclaims them; let them speak for
themselves.
Prayer: Thank you, Lord,
for giving us those good things that adorn our lives; we pray that you help us
to eliminate our faults. Amen.
Translation
by John Potter
EL PUENTE DE LOS BUENOS
ROMANOS 3:19-26
Siendo justificados gratuitamente
por su gracia,
mediante la redención
que es en Cristo Jesús.
Romanos 3:24
Existe en un pueblo un
lugar que todos conocen con el nombre de Puente de los Buenos. También he oído
que en un pueblo existe la esquina de los buenos y lugares similares en otros
pueblos. Se trata en todos los casos del mismo sitio: el lugar donde se
despiden los duelos. Y por lo que en dichos actos se dice y se hace, la voz
popular los ha bautizado con razón con esos nombres. Todos aquellos que han
pasado la experiencia de escuchar una despedida de duelo, saben el motivo para
este nombre. Por lo general, después de muertos, todos somos buenos, y entonces
el tiempo es corto para señalar todas las virtudes que adornaron nuestra
existencia. Y en muchos casos el orador acierta, pero el público muchas veces
conoce mejor al difunto y una sonrisa entre labios se escapa al escuchar la
interminable lista de virtudes que no pueden ubicar en su memoria relacionada
con la persona de quien se está hablando.
Pero las personas somos
así y el hecho de que alguien muera, es motivo para santificarle, exaltarle y
hablar de él, por lo menos en el momento del duelo, aunque después pasados unos
días, nos demos a la tarea de empezar a rebuscar aquellas faltillas que también
el difunto tenía. Mejor sería no tener que mencionar las virtudes de nadie.
Porque eso implicaría que todos estaríamos igual, en el mismo nivel. Pero hay
virtudes y hay faltas. Y según vivimos, echamos en una balanza, llenado poco a
poco un platillo y otro. Procuremos que nuestra balanza se incline del lado de
las virtudes, aunque nadie las proclame, que ellas hablaran por sí solas.
Oración: Gracias Señor te damos
por aquellas cosas buenas que adornan nuestra vida. Te pedimos que nos ayudes a
eliminar nuestras faltas. Amén.
No comments:
Post a Comment