Saturday, July 2
LET’S ALLOW GOD TO DO
HIS WORK
ROMANS 8:25-32
We know that all
things work together for good for those who love God, who are called according
to his purpose.
Romans 8:28
In this verse, Paul speaks to us concerning all things. That includes both the
smallest and the largest. In reality all things are indirect means used by God.
None constitutes an end in itself. And this verse helps us to see, beyond the
circumstances, the hand of God who directs them. That hand is always a hand of
love, even when it uses tools that create pain. To carve certain precious
stones and make them shine it is necessary to strike them numerous times. God
uses precisely these tools to polish us.
Prudence is a virtue that we ought to
cultivate every day. Sometimes our relationship with God can be compared with
the attitude that some patients assume with doctors. Even when the treatment
they face will help them, these people are not cooperative; they become foolish
and rebel against the possibility of restoring their health.
Let’s trust in God’s will, knowing that all –
absolutely all – things work for our good. Although there are times that we do
not understand the situations which we must endure, let us allow God to perform
his work in us so that we may become conformed to the image of his beloved Son.
Prayer: Dear Father,
cure our impatience that causes us so much harm in our hearts and our bodies.
Calm our minds with that divine peace that only you can provide. Give us peace
of mind knowing that if we are by your side, all things work for our good. Amen.
Translated
by John Potter
DEJEMOS QUE
DIOS HAGA SU TRABAJO
ROMANOS
8:25-32
Sabemos que a
los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados.
Romanos 8:28
En este versículo se nos habla
de todas las cosas. Esto incluye tanto las más pequeñas como las más
grandes. En realidad, todas las cosas sólo son medios indirectos de los cuales
Dios se sirve. Ninguna constituye un fin
en sí misma. Y este versículo nos ayuda a ver, más allá de las circunstancias,
la mano de Dios, quien las dirige. Siempre es una mano de amor, aun cuando
utilice herramientas que hagan doler. Para tallar y hacer brillar ciertas
piedras preciosas es necesario golpearlas un sin número de veces. Dios emplea
precisamente esas herramientas para
pulirnos.
La prudencia es una virtud que
debemos cultivar diariamente. En ocasiones nuestra relación con Dios puede ser
comparada con la actitud que asumen algunos enfermos ante los médicos. Aún
sabiendo que el tratamiento orientado les aliviará, estas personas no son
cooperativas, se vuelven imprudentes y rebeldes ante la propia posibilidad de
su sanidad.
Confiemos en la voluntad de
Dios, sabiendo que todas, absolutamente todas las cosas obrarán para nuestro
bien. Aunque a veces no entendamos las situaciones por las que tenemos que
atravesar, dejemos que Dios haga su trabajo en nosotros para que seamos hechos
conformes a la imagen de su Hijo amado.
Oración: Padre
amado, cúranos de la impaciencia que tanto daño nos hace en nuestro corazón y
en nuestro cuerpo. Calma nuestras mentes con esa paz divina que sólo tú nos
proporcionas. Danos la tranquilidad de que si estamos a tu lado, todas las
cosas nos ayudan para bien. Amén.
No comments:
Post a Comment