Sunday, July 24
Our
“MargotS”
Matthew
6:19-21
“…store up treasures in heaven, where moth and rust do not destroy…”
Matthew 6:20a
There are certainly many who remember watching the
program Cooking in Minutes
hosted by the famous cook Nitza Villapol, that we enjoyed throughout the
1980s. Delicious and exotic recipes were taught during this pleasing show. There was a character who was infrequently
mentioned but who, for me, was of vital importance. I’m referring to Margot, Nitza’s
assistant. She was the one who handled
the cooking utensils and the ingredients used in preparing the recipes and who
also left everything clean and organized.
We have many “Margots” in our churches: those people who work tirelessly in our communities, supporting the pastors’ ministries, and about whom little is said. I’m talking about those people who, without expecting anything in return, dedicate themselves to the service of God’s work and who do not figure into our meeting minutes, or in summaries given at our Synod Assemblies.
It is possible that in the history of our
Church, many of these persons have gone unmentioned and been forgotten, but they
doubtlessly already have their reward in the heart of the universe. May each of them receive immense gratitude
for their timely collaboration, their invaluable help, performed without the
hint of burden or title.
Prayer: Help us, oh God, to labor in your Work without
any desire other than the pleasure of serving you. And grant that we might
recognize the testimony of those who have served you and who have supported our
work in the churches. We give you thanks
for the efforts of those who, without the recognition of notable positions have
devoted their lives to serving your kingdom. Amen.
Translated
by Elisa Menocal
Nuestras “Margot”
Mateo 6:19-21
“haceos tesoros en el cielo,
donde ni la polilla ni el moho destruyen”
Mateo 6:20a
Seguramente muchos recordarán
el programa Cocina al minuto guiado por la famosa cocinera Nitza
Villapol y que disfrutábamos en la década de los años 80. Deliciosas y exóticas
recetas eran enseñadas en el gustado espacio. Pero había un personaje del cual
se hablaba poco y para mí era de vital importancia. Me refiero a Margot, la
ayudante de Nitza. Ella era quien alcanzaba los utensilios o los ingredientes
para preparar las recetas y era además la que dejaba todo limpio y ordenado.
Son muchas las Margot que tenemos en nuestras Iglesias, esas personas que
trabajan incansablemente en nuestras comunidades sosteniendo el ministerio de
pastores y pastoras y de las cuales poco se habla. Hablo de esas personas que
sin esperar nada a cambio, se consagran al servicio de la obra de Dios y no
figuran en nuestros libros de actas, o en los resúmenes de nuestras Asambleas
del Sínodo. Puede que en la historia de nuestra Iglesia muchas de estas
personas hayan quedada olvidadas, pero sin dudas ya ellas tienen su galardón en
el corazón del universo. Llegue a todas una gratitud inmensa por su
colaboración oportuna, su ayuda invaluable, sin ostentar cargos, títulos.
Oración:
Ayúdanos oh Dios, a trabajar en tu Obra sin otro anhelo que el placer de
servirte y permite que reconozcamos el testimonio de quienes te han servido y
quienes han sostenido nuestro trabajo en las iglesias. Te damos gracias por el
esfuerzo de los que sin ocupar cargos notables han entregado su vida en
servicio a tu reino. Amén.
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