Tuesday, July 12
NO ONE IS TO BLAME
GENESIS 3:4-13
Because you listened
to your wife
and ate from the tree
about which I commanded you…
Genesis 3:17
A very old saying
states that since justification was invented no one loses face; and as the
well-known duo Buena Fe sings,
“No one is to blame.” What’s certain is that very few people want to assume any
blame.
This story from
Genesis shows us how disobedience provoked a chain-reaction of evasiveness and excuses for not admitting what they had done. If it’s true that being
mistaken is the human lot, then so is that of being responsible.
It is important to
assume responsibility. At times the
context challenges us to change our values, and what was once considered
stealing, today has become a way “to resolve,” and the blame is cast on “low salaries;
on life being very difficult; on having to struggle to live” among other
justifications that attempt to legitimize the lack of responsibility and the
distortion of values that proliferate like weeds.
Think about what you
might say when God asks, “Where are you?” Will we perhaps respond with evasion,
trying to hide our responsibility? Will we be side-liners who tolerate
indolence and social irresponsibility? Instead, we should commit ourselves to change
reality so such justifications are invalidated and so that we can speak of
responsibility and not of blame.
Prayer: Gracious God, help
us decide what is correct in every situation of our lives. Let us establish the
division between what is good and what is bad, beyond the scope of human opinion.
You alone can do this; we are in your hands. Amen.
Translated
by John Walter
LA
CULPA NO LA TIENE NADIE
GÉNESIS 3:4-13
La
mujer que me diste por compañera
me dio
del árbol, y yo comí
Génesis 3:17
Un
dicho muy antiguo dice que desde que se inventó la disculpa nadie queda mal, y
el conocido dúo Buena Fe dice que: la culpa no la tiene nadie. Lo cierto
es que a muy pocas personas les gusta asumir la culpa.
Este
relato del Génesis nos muestra cómo la desobediencia provoca en Adán y Eva una
reacción en cadena de evasivas y disculpas para no admitir lo que habían hecho.
Si bien equivocarse es de humanos, también lo es el ser responsables.
Vivimos
tiempos en que asumir responsabilidades. A veces el contexto nos reta a cambiar
nuestros valores y lo que antes era robo ahora se ha convertido en “resolver”, y la culpa la tienen: “los bajos salarios,
que la vida está muy difícil, que hay que luchar”. Y así otras justificaciones
que tratan de legitimar la falta de responsabilidad y la distorsión de valores
que proliferan como mala yerba.
Pensemos
qué diremos cuando Dios pregunte: ¿Dónde estás tú? ¿Acaso responderemos con
evasivas que traten de ocultar nuestra responsabilidad? ¿Seremos simples
observadores que toleran la indolencia y la irresponsabilidad social? Más bien
deberíamos comprometernos a cambiar la realidad para que las citadas
justificaciones no tengan ya lugar y podamos hablar de responsabilidad y no de
culpa.
Oración:
Dios bueno, ayúdanos a decidir qué es lo correcto en cada situación de
nuestras vidas. Permítenos establecer los límites entre lo bueno y lo malo, más
allá de los criterios humanos. Sólo tú puedes hacerlo, estamos en tus manos.
Amén.
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