Monday, September 26
A PAUSE IN THE MUSIC
ROMANS 8:24-32
And we know that in
all things
God works for the good
of those who love him,
who have been called
according to his purpose.
Romans 8:28
Whether or not we are
aware of it, we are constantly observed with love by a wise and all-powerful
God. Nothing escapes his attention. He can utilize everything, the good as much
as the bad, for the good of his sons and daughters. This not only gives us
great confidence but also permits us to thank God, even when we don’t
understand the ends toward which He works.
I once read the
following reflection: “God’s plan forgets nothing. Everything works for the
good, including the trials with which we become impatient. The storms which
threaten to topple the trees in truth serve to plant their roots more firmly
and deeply in the ground. The hammered blows that made the steel brittle – as
it was believed – to the contrary allowed it to withstand a measure of
tempering that increases its solidity and resistance.
For example, the
obligatory period rest because of an illness or through lack of work is
compared to a pause in the music. This
interval between the notes isn’t an end of the melody; rather it forms a part
of it. Does your walk seem gloomy to you? Don’t forget that if you love the
Lord, all things, including the least agreeable, work together for the better.
May we know how to accept, without complaining,
all the circumstances that God allows, even the things far beyond our control,
such as the weather, the climate, and the character of those around us.
Prayer:
Thank you, my God, for your eternal company. I
give you thanks especially today for this meditation, for these words which
quiet me and make me trust in your promises more each day. In Jesus’ name. Amen.
Translated by John Walter
PAUSA
EN LA MÚSICA
ROMANOS
8:24-32
Sabemos
que los que aman a Dios,
todas
las cosas les ayudan a bien
Romanos
8:28
Seamos
conscientes de ello o no, continuamente somos observados con amor por un Dios
sabio y todopoderoso. Nada escapa a su atención. Todo lo puede utilizar, tanto
lo que es bueno como lo que es malo, para el bien de sus hijos e hijas. Esto no
solamente nos da una gran confianza, sino que también nos permite
agradecer a Dios, aun cuando no comprendemos los motivos por los que Él
obra.
En una
ocasión leí la siguiente reflexión: “El plan de Dios no olvida nada. Todo ayuda
para bien, inclusive las pruebas contra las cuales nos impacientamos. Las
tempestades que amenazan desarraigar los arboles, en verdad los arraigan más
firme y profundamente en el suelo. Los golpes que volvían al acero quebradizo,
según se creía, al contrario, lo hacen soportar una clase de temple que aumenta
su solidez y resistencia. Por ejemplo, el descanso obligado a causa de una
enfermedad o por falta de trabajo, es comparado con una pausa en la música. Este
intervalo entre dos notas, no es el fin de la melodía, sino que forma parte de
ella. ¿Le parece sombrío el camino? No olvide que si usted ama al Señor, todas
las cosas juntas, inclusive las menos agradables, ayudan a su bien.”
Sepamos
aceptar, sin quejarnos, todas las circunstancias que Dios permite, aun las
cosas tan fuera de nuestra responsabilidad como el tiempo, el clima y el
carácter de los que nos rodean.
Oración:
Gracias mi Dios, por tu eterna compañía. Gracias te doy especialmente hoy
por esta meditación, por estas palabras que me tranquilizan y me hacen confiar
cada día más en tus promesas. En el nombre de Jesús. Amén,
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