Saturday, June 30
HOW CHRIST ACCEPTED US
ROMANS 15:7-13
Accept one another, then, just as Christ
accepted you, in order to bring praise
to God.
Romans 15:7 (NIV)
When people around us see us contented,
it seems as if we were revived. When others recognize our peculiarities, we
were liberated. And when we are welcomed and accepted, we are happy. We need
acceptance just like a bird needs air or a fish water. Acceptance is humankind’s
air. When we lack acceptance, the air becomes rare, breathing stops, and we
atrophy. So we are thrown back by a look of indifference. Slights hurt us. Rejection
drowns us.
It is easy to get along with persons who
are like us and do what we want. But it is hard to accept those who are
different from us and want something different.
Accept one another, just as Christ
accepted you. If we
respond to this call we can accept others as they are, so that we can feel
compassion and empathy for our neighbor, and not only our neighbor, but
also for strangers. Therefore we are going to try to forget ourselves to
concentrate on a single question: How and in what manner did Christ accept us? The
response is the key to our acceptance of one another.
Prayer: Lord, please be with those who need your
help and a little encouragement. Enable us to be accepting, and to receive
others as you have accepted us. Amen.
Translation by George Meek
COMO CRISTO NOS RECIBIÓ
ROMANOS 15:7-13
Por tanto, recíbanse unos
a otros,
como también Cristo nos
recibió, para la gloria de Dios
Romanos 15:7
Cuando las personas a
nuestro alrededor nos ven contentos, parece como si reviviéramos. Cuando los
demás nos reconocen con nuestras peculiaridades, nos liberamos. Y allí es donde
nos sentimos acogidos y aceptados, nos sentimos felices. Las personas
necesitamos la acogida igual que el pájaro necesita el aire o el pez el agua.
La acogida es la atmósfera de la humanidad. Allí donde falta la acogida, el
aire se enrarece, la respiración se paraliza y nos vamos atrofiando. De ahí que
la mirada indiferente nos eche atrás. De ahí que los desaires nos hieran. De
ahí que el rechazo nos hunda humanamente.
Nos cuesta poco acogernos
mutuamente cuando las demás personas son como nosotros y hacen lo que nosotros
queremos. Pero nos resulta costoso acoger a aquellos que son diferentes de
nosotros y quieren algo distinto.
Recíbanse unos a otros,
como también Cristo nos recibió. Si respondemos a este llamado podremos acoger al
otro y a la otra tal y como es, de modo que lleguemos a sentir misericordia y
empatía por nuestro prójimo, y no sólo por nuestro prójimo, sino también
por el lejano, o el extraño. Por eso vamos a intentar olvidarnos
de nosotros mismos para concentrarnos exclusivamente en una
pregunta: ¿Cómo y de qué manera nos acogió Cristo? La respuesta es la clave
para recibirnos y acogernos mutuamente.
Oración: Señor, te pedimos que
acompañes a aquellos que necesitan de tu ayuda y de un poco de ánimo.
Permítenos ser acogedores, y recibir a los demás así como tú lo has hecho con
nosotros. Amén.
No comments:
Post a Comment