Saturday, June 9, 2018

Saturday, June 9 THE DECISION TO FORGIVE Genesis 33:1-15


Saturday, June 9
THE DECISION TO FORGIVE
GENESIS 33:1-15

But Esau ran to meet Jacob and embraced him;
he threw his arms around his neck and kissed him.
And they wept.  (NIV)
Genesis 33:4

Long before Esau saw Jacob’s clan, which he was approaching, he had decided to forgive his conniving brother. Jacob had hurt Esau so much that he had decided to kill him. That’s why Jacob fled into exile, and for many years the brothers had no contact.

Evidently Jacob had imagined the worst: a furious brother who would take his and all his family’s lives. Jacob approached Esau cautiously, in reverence, and with gifts to placate his brother. But this position was unnecessary, because Esau had already decided to forgive. Without waiting for Jacob’s excuses, Esau ran towards him and threw his arms around him and kissed him.

The decision to forgive had freed Esau, although assuredly it wasn’t an easy decision. Why is it so difficult to forgive? Given that we’ve been made in the image of God, justice interests us a great deal. If it’s true that the forgiveness that God offers us is free, it was costly; since Christ paid the penalty on the cross God can forgive us and still be just.

When others sin against us forgiveness is also costly. Our sense of justice also demands that they pay for their sin. As much as we might want to reconcile ourselves, we cannot ignore the offense. Nevertheless, given that we remember that God forgives us when we don’t merit it, we too can choose to forgive others. Love is always disposed to forgive.

Prayer: Holy Spirit, bring to my mind any unresolved problem with people around me, and I ask that you help me to deeply forgive from my heart. Amen. 

Translation by John Walter


LA DECISIÓN DE PERDONAR
GÉNESIS 33:1-15

Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó,
y se echó sobre su cuello,
y le besó; y lloraron.
Génesis 33:4

Mucho antes de que Esaú viera al clan de Jacob que se acercaba, había decidido perdonar a su hermano confabulador. Jacob había herido tanto a Esaú, que este había resuelto matarlo. Es por ello que Jacob huyó al exilio, y por muchos años los hermanos no tuvieron contacto.

Evidentemente Jacob había imaginado lo peor: un hermano furioso que le quitaría la vida a él y a todo su clan familiar. Jacob se acercó a Esaú cautelosamente, en reverencia y con regalos para aplacar a su hermano. Pero su postura fue innecesaria, porque Esaú ya había decidido perdonar. Sin esperar las disculpas de Jacob, Esaú corrió hacia él y echándole los brazos al cuello lo abrazó y lo besó. La decisión de perdonar había hecho libre a Esaú, aunque seguramente no fue una decisión fácil.

¿Por qué nos cuesta tanto trabajo perdonar? Puesto que hemos sido hechos a la imagen de Dios, nos interesa mucho la justicia. Si bien el perdón que Dios nos ofrece es gratis, fue costoso. Debido a que Cristo pagó en la cruz el castigo, Dios puede perdonarnos y aun así ser justo.

Cuando otros pecan contra nosotros, el perdón también es costoso. Nuestro sentido de la justicia también demanda que paguen por su pecado. Por más que queramos reconciliarnos, no podemos ignorar la ofensa. Sin embargo, puesto que recordamos que Dios nos perdonó cuando no lo merecíamos, nosotros también podemos elegir perdonar a otros. El amor está siempre dispuesto a perdonar.

Oración: Espíritu Santo, trae a mi mente cualquier problema sin resolver con las personas que me rodean, y te pido me ayudes a perdonar profundamente y de corazón. Amén.  

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