Monday, February 25, 2019

Monday, February 25 LIFTING UP HOLY HANDS 1 TIMOTHY 2:1-8


Monday, February 25
LIFTING UP HOLY HANDS
1 TIMOTHY 2:1-8
Therefore I want the men everywhere to pray,  
lifting up holy hands without anger or disputing.
1 Timothy 2:8 (NIV)

The hands of human beings have considerable impact on the effectiveness of their prayers. Praying is more than speaking. There are human actions that soil their hands and others that sanctify them. It seems that God listens to hands and understands them better than speech when we pray. To convince Thomas, the doubting disciple, the risen Lord told him: Look at my hands. Hands are very eloquent. The Apostle Paul told us he wanted Christians everywhere to pray, lifting up holy hands. These are hands lifted anywhere.

The holy hands raised to God in prayer are the hands that work every day on all human activities, inspired by a heart governed by the Spirit of God. If anger and contention are in the heart and reflected in conduct, they soil the hands and make it impossible for them to be raised in prayer to God. If you know that your hands serve your brothers and sisters and that they pray to your God, you can be assured that God hears and will heed the prayer of your lips. Here is a wise decision: I will increasingly identify my daily conduct with my prayer life to my God.


Prayer: Our Father and Lord, give me the power and grace to banish anger from my heart and contention from my life. May I truly love and serve today those people I like and don’t like. Help me do this. Then I can lift holy hands to you when I pray everywhere. Amen.



Translation by George Meek

LEVANTANDO MANOS SANTAS
1 TIMOTEO 2:1-8
Quiero, pues, que los hombres  oren en todo lugar,
levantando manos santas, sin ira ni contiendas.
1 Timoteo 2:8

Las manos del ser humano tienen mucho que ver con la efectividad de sus oraciones. La oración es más hacer que hablar. Hay acciones humanas que manchan sus manos y otras que las santifican. Parece que Dios oye a las manos y entiende preferentemente el idioma que ellas hablan cuando oramos. Para convencer a Tomás, el discípulo incrédulo, el Señor resucitado le dijo: Mira mis manos. Las manos son muy elocuentes. El Apóstol Pablo nos expresa su deseo de que los creyentes oren en todo lugar, levantando manos santas. Se trata de manos que se alzan en todo lugar.

Las manos santas para levantar ante Dios en oración son las manos ocupadas que trabajan cada día en todas las actividades humanas, al impulso de un corazón en el cual mora y gobierna el Espíritu de Dios. La ira y la contienda albergadas en el corazón y manifestadas en la conducta, manchan las manos y la incapacitan para ser levantadas en oración ante Dios. Si estás consciente de que tus manos sirven a tus hermanos y hermanas y oran a tu Dios, entonces puedes estar seguro de que Dios oye y atiende la oración de tus labios. Una buena decisión es esta: identificaré más y más mi conducta diaria, con mi vida de oración ante mi Dios.


Oración: Señor y Padre nuestro, dame el poder y la gracia de quitar de mi  corazón la ira y de mi vida la contienda. Que pueda amar de verdad y servir de verdad en este día a las personas que me agradan y a las que no me agradan. Dame ese triunfo sobre mí mismo. Entonces levantaré manos santas delante de ti cuando ore en todo lugar. Amén.

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