Saturday, February 9
MY TRUST IN GOD’S SUPPORT
Have
mercy on me, my God, have mercy on me,
for
in you I take refuge. I will take refuge
in
the shadows of your wings
until
the disaster has passed. (NIV)
Psalm
57:1
The
psalmist approaches God with sincerity and opens his heart amidst desperation. In a nix of feelings, we find in this psalm
the voice of someone who could easily be ourselves. The story has passed, the
context has changed, but nevertheless the inner wrenching, the need of
accompaniment, the hostile situations…that has not changed, it continues being
a possibility in our existence, and also in our view of God.
When
we feel this way what do we do? Our first
instinct, perhaps, may be to resolve the problems ourselves; but the psalmist
begins his prayer with a supplication in which one can perceive the desperation
of the moment through which he’s passing. He concedes to God the direction of
his life, and places his trust in him, in God’s hand, and trusting in his power
he will be able to confront any trial in this life.
Today
we may think: what problems could affect our relationship with God and with
others, now and in the future? We may
also be light for those who have to confront dissimilar situations today. Let’s
encourage them to trust in God.
Prayer: God, permit me to place my trust in you, to
discover new possibilities when it seems as though all is lost. Amen.
Translation
by John Walter
Mi confianza en la ayuda de Dios
Salmo 57
¡Ten misericordia de mí, Dios mío; ten misericordia de mí!
Yo he puesto en ti mi confianza, y bajo la sombra de tus alas
me refugiaré hasta que haya pasado el peligro.
Salmo 57:1
El salmista se acerca a Dios con sinceridad y se abre en medio de la desesperación.
En una mezcla de sentimientos, encontramos en este salmo la voz de alguien que
bien pudiéramos ser nosotros mismos. La historia ha transcurrido, el contexto
ha cambiado, sin embargo, el desgarramiento interior, la necesidad de
acompañamiento, las situaciones hostiles… eso no ha cambiado, continúa siendo
una posibilidad en nuestra existencia, y también de nuestra mirada a Dios.
Cuando nos sentimos así, ¿cómo obramos? Quizás nuestro primer instinto sea
resolver los problemas por nosotros mismos. Pero el salmista comienza su
oración con un ruego, en el que se puede percibir la desesperación por el
momento que atraviesa. Concede a Dios la dirección de su vida, y deposita la
confianza en él. De la mano de Dios, y confiado en su poder podrá enfrentar cualquier
prueba en esta vida.
En el día de hoy, pensemos qué problemas podrían afectar nuestra relación
con Dios y el próximo. Seamos también luz para aquellos y aquellas que tienen
que enfrentar hoy disímiles situaciones, alentemos en ellos la confianza en Dios.
Oración: Dios, permíteme depositar en ti mi
confianza para descubrir nuevas posibilidades cuando parece que todo terminó. Amén.
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